Segunda noche de avivamiento eucarístico en el congreso nacional: ‘Solo el amor puede hacer un santo’
July 19, 2024 at 12:10 a.m.
INDIANÁPOLIS OSV News – En la segunda noche del Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis el 18 de julio, cerca de 50.000 católicos rezaron juntos, escucharon conmovedores testimonios personales y fueron invitados a reflexionar sobre cómo apartarse de aquellos obstáculos que apagan el fuego de su amor por Jesucristo.
Pero mientras el padre Mike Schmitz y la madre Olga del Sagrado Corazón conmovían a los participantes con sus inspiradoras exhortaciones, la última palabra la tuvo el Señor Eucarístico. En la oscuridad del estadio, con sólo haces de luz blanca iluminando el Santísimo Sacramento, la gente rezaba y contemplaba ante Jesús, mientras el aire resonaba con cantos en latín al son de melodías de estilo oriental.
Los discursos del padre Schmitz y de la madre Olga prepararon a los asistentes del congreso para esta trascendente noche de avivamiento en torno a la adoración eucarística.
“El conocimiento puede hacernos grandes, pero sólo el amor puede hacernos santos”, dijo el padre Schmitz. El padre Schmitz, director de la pastoral juvenil de la Diócesis de Duluth, Minnesota, y presentador de los podcasts “The Bible in a Year” y “The Catechism in a Year”, era uno de los oradores más esperados, y varios asistentes dijeron a OSV News a principios de semana que estaban especialmente ansiosos por verle en persona. Cuando Patrick Kelly, Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, lo presentó, el público se puso en pie y vitoreó.
“Ya conocen esta historia de amor, pero ¿y si no la conocieran?”, preguntó el padre Schmitz al comenzar lo que sólo puede llamarse una clase de estudio de las Escrituras. Abriendo una Biblia gastada, leyó Lucas 24 sobre los dos viajeros de Emaús que no reconocieron a Jesús y lloraban su pérdida en Jerusalén. Relató cómo Jesús explicó las formas en que las Escrituras le señalaban como el Mesías, empezando por el hecho de que Dios hizo el mundo bueno, y los seres humanos rompieron su vínculo con Dios por el pecado, y su necesidad de restaurar de algún modo esa relación.
El sacrificio de Jesús en la cruz reconcilió a la humanidad con Dios, dijo el padre Schmitz, y en la Misa, los católicos participan en ese momento en el Calvario.
Aunque uno de los objetivos del Avivamiento Eucarístico Nacional es llevar a la gente de la ignorancia al conocimiento, el padre Schmitz sugirió que el problema más profundo es la indiferencia, y que el remedio requiere arrepentimiento.
“Demasiado a menudo decimos: 'Tenemos la presencia real (de Jesús en la Eucaristía)', pero nuestros corazones están lejos de él. Demasiado a menudo, simplemente no nos importa”, dijo el padre Schmitz, hablando rápidamente y con la energía que le caracteriza.
El remedio a la indiferencia es el amor, dijo, y el camino hacia el amor es el arrepentimiento.
Por su parte, la madre Olga del Sagrado Corazón, fundadora y madre sierva de las Hijas de María de Nazaret en la Arquidiócesis de Boston, conmovió hasta las lágrimas con su conmovedor discurso, en el que compartió historias de milagros eucarísticos de amor y sanación en medio del sufrimiento.
Comenzó compartiendo su propia experiencia de ser curada por Jesús en su propio sufrimiento como sobreviviente de cuatro guerras en Oriente Medio. Sufrió abusos en su casa y, cuando era adolescente, tuvo que enterrar a personas asesinadas por la guerra.
“Todos estos años de sufrimiento me llevaron al pie de la cruz, porque pensé que el que había sufrido tanto entendería mi sufrimiento”, dijo. “Mientras estaba arrodillada al pie de la cruz, clamando con el corazón a Jesús para que me ayudara a llevar las cruces de mi propia vida, me encontré con el corazón traspasado de Jesús... y eso es lo que escuché en mi corazón aquel día: Que incluso en la cruz y a través de la cruz, aún podemos elegir amar”.
La madre Olga compartió la historia de un niño llamado Quinn que luchaba contra el cáncer a la edad de 4 años, cuando ella lo conoció en su ministerio. Sintió que Jesús le decía “dame a él” con tanta intensidad que recibió un permiso especial para que Quinn recibiera su primera comunión a pesar de su corta edad. Los médicos se sorprendieron cuando sufrió pocos efectos secundarios durante su tratamiento de radiación, pero la madre Olga sabía que el Señor estaba con Quinn en medio del tratamiento.
“Toda su vida giró en torno a la Eucaristía”, dijo, añadiendo que hoy está libre de cáncer.
Concluyó recordando a los reunidos que Jesús está siempre con ellos “ya sea en grandes procesiones como las que hemos encontrado aquí” o “en hospitales, UCIN, residencias de ancianos, prisiones, centros de recuperación”.
Los dos oradores principales fueron precedidos por dos testimonios, el primero de la activista provida Lila Rose, fundadora y presidenta de Live Action, que compartió cómo su vida se transformó tras un encuentro con Jesús en la Eucaristía. Tras convertirse al catolicismo y pedir al Señor que la “utilizara para hacer algo que salvara vidas”, Rose fundó a los 15 años la organización provida Live Action, que llega a millones de personas cada mes, según su página web.
Tras casarse con su esposo hace seis años y tener tres hijos – uno de los cuales dormía entre bastidores–, la misión de luchar por la vida se ha convertido en su misión familiar, afirmó Rose.
“Rezamos juntos, no sólo por el fin del aborto, sino que rezamos por nuestros hijos, para que crezcan grandes, fuertes y sanos, para que se conviertan en santos y ayuden a llevar muchas almas al cielo”, dijo.
También estuvieron presentes Ken y Mary Ann Duppong, que criaron a seis hijos con la fe como eje de sus vidas.
Compartieron su historia de amor con el público, explicando cómo se sintieron llamados a regresar a su estado natal de Dakota del Norte por el bien de su familia y comenzaron a profundizar en su fe. Mary Ann habló de cómo empezaron a rezar el rosario familiar cuando la madre de Ken enfermó, desarrollaron una devoción a Nuestra Señora de Fátima y consagraron su familia al Sagrado Corazón de Jesús.
El amor por Jesús que inculcaron a sus hijos tuvo un gran impacto en su hija, Michelle Christine Duppong, que amaba inmensamente la Eucaristía y se convirtió en misionera de FOCUS. Antes de fallecer en 2014 en medio de una batalla contra el cáncer, ella “consagró su sufrimiento a aquellos que necesitaban encontrar el amor en la Eucaristía”, compartió la presentadora Montse Alvarado de EWTN. En junio de 2022, el obispo de Bismark, Dakota del Norte, David Kagan, anunció su intención de abrir formalmente la fase diocesana de investigación sobre la vida de Michelle, un paso preliminar hacia su posible canonización.
Cuando se les pidió consejo para las familias que quieren educar a sus hijos en la fe, Ken y Mary Ann Duppong les animaron a rezar mucho y a recordar que los niños observan todo lo que hacen sus padres.
“Le digo a la gente que el ejemplo que das a tus hijos es una gran influencia”, dijo Ken Duppong. “Si hablas mal, ellos hablarán mal. Si vas a Misa, te ven hacerlo. Lo harán en el futuro. ... Y eso es probablemente lo mejor que puedes hacer: darles un buen ejemplo de lo que deben hacer”.
Las palabras sin duda resonaron en los muchos padres presentes esa noche en el estadio, a los que se reconoció el sacrificio y la dedicación que supuso traer a sus familias al congreso de Indianápolis.
Daniel Cabrera, de Camby, Indiana, dijo a OSV News que los oradores de la noche de avivamiento fueron buenos – pero la experiencia de la adoración eucarística fue “totalmente impresionante”. Tanto, dijo, que lloró.
“Ni siquiera me considero digno de estar aquí”, dijo. “Es totalmente un privilegio estar aquí”.
Cabrera y su esposa, María Hernández, asisten al congreso del 17 al 21 de julio con sus seis hijos, de edades comprendidas entre los 3 y los 17 años.
Cabrera dijo que experimentó “ese silencio que sólo te permite estar con Dios a nivel personal, como ningún otro silencio en el mundo”.
Y añadió: “Ese silencio dice mucho, porque es una comunicación directa con tu alma”.
Lauretta Brown, Maria-Pia Negro Chin and Maria Wiering contribuyeron con este artículo.
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INDIANÁPOLIS OSV News – En la segunda noche del Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis el 18 de julio, cerca de 50.000 católicos rezaron juntos, escucharon conmovedores testimonios personales y fueron invitados a reflexionar sobre cómo apartarse de aquellos obstáculos que apagan el fuego de su amor por Jesucristo.
Pero mientras el padre Mike Schmitz y la madre Olga del Sagrado Corazón conmovían a los participantes con sus inspiradoras exhortaciones, la última palabra la tuvo el Señor Eucarístico. En la oscuridad del estadio, con sólo haces de luz blanca iluminando el Santísimo Sacramento, la gente rezaba y contemplaba ante Jesús, mientras el aire resonaba con cantos en latín al son de melodías de estilo oriental.
Los discursos del padre Schmitz y de la madre Olga prepararon a los asistentes del congreso para esta trascendente noche de avivamiento en torno a la adoración eucarística.
“El conocimiento puede hacernos grandes, pero sólo el amor puede hacernos santos”, dijo el padre Schmitz. El padre Schmitz, director de la pastoral juvenil de la Diócesis de Duluth, Minnesota, y presentador de los podcasts “The Bible in a Year” y “The Catechism in a Year”, era uno de los oradores más esperados, y varios asistentes dijeron a OSV News a principios de semana que estaban especialmente ansiosos por verle en persona. Cuando Patrick Kelly, Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, lo presentó, el público se puso en pie y vitoreó.
“Ya conocen esta historia de amor, pero ¿y si no la conocieran?”, preguntó el padre Schmitz al comenzar lo que sólo puede llamarse una clase de estudio de las Escrituras. Abriendo una Biblia gastada, leyó Lucas 24 sobre los dos viajeros de Emaús que no reconocieron a Jesús y lloraban su pérdida en Jerusalén. Relató cómo Jesús explicó las formas en que las Escrituras le señalaban como el Mesías, empezando por el hecho de que Dios hizo el mundo bueno, y los seres humanos rompieron su vínculo con Dios por el pecado, y su necesidad de restaurar de algún modo esa relación.
El sacrificio de Jesús en la cruz reconcilió a la humanidad con Dios, dijo el padre Schmitz, y en la Misa, los católicos participan en ese momento en el Calvario.
Aunque uno de los objetivos del Avivamiento Eucarístico Nacional es llevar a la gente de la ignorancia al conocimiento, el padre Schmitz sugirió que el problema más profundo es la indiferencia, y que el remedio requiere arrepentimiento.
“Demasiado a menudo decimos: 'Tenemos la presencia real (de Jesús en la Eucaristía)', pero nuestros corazones están lejos de él. Demasiado a menudo, simplemente no nos importa”, dijo el padre Schmitz, hablando rápidamente y con la energía que le caracteriza.
El remedio a la indiferencia es el amor, dijo, y el camino hacia el amor es el arrepentimiento.
Por su parte, la madre Olga del Sagrado Corazón, fundadora y madre sierva de las Hijas de María de Nazaret en la Arquidiócesis de Boston, conmovió hasta las lágrimas con su conmovedor discurso, en el que compartió historias de milagros eucarísticos de amor y sanación en medio del sufrimiento.
Comenzó compartiendo su propia experiencia de ser curada por Jesús en su propio sufrimiento como sobreviviente de cuatro guerras en Oriente Medio. Sufrió abusos en su casa y, cuando era adolescente, tuvo que enterrar a personas asesinadas por la guerra.
“Todos estos años de sufrimiento me llevaron al pie de la cruz, porque pensé que el que había sufrido tanto entendería mi sufrimiento”, dijo. “Mientras estaba arrodillada al pie de la cruz, clamando con el corazón a Jesús para que me ayudara a llevar las cruces de mi propia vida, me encontré con el corazón traspasado de Jesús... y eso es lo que escuché en mi corazón aquel día: Que incluso en la cruz y a través de la cruz, aún podemos elegir amar”.
La madre Olga compartió la historia de un niño llamado Quinn que luchaba contra el cáncer a la edad de 4 años, cuando ella lo conoció en su ministerio. Sintió que Jesús le decía “dame a él” con tanta intensidad que recibió un permiso especial para que Quinn recibiera su primera comunión a pesar de su corta edad. Los médicos se sorprendieron cuando sufrió pocos efectos secundarios durante su tratamiento de radiación, pero la madre Olga sabía que el Señor estaba con Quinn en medio del tratamiento.
“Toda su vida giró en torno a la Eucaristía”, dijo, añadiendo que hoy está libre de cáncer.
Concluyó recordando a los reunidos que Jesús está siempre con ellos “ya sea en grandes procesiones como las que hemos encontrado aquí” o “en hospitales, UCIN, residencias de ancianos, prisiones, centros de recuperación”.
Los dos oradores principales fueron precedidos por dos testimonios, el primero de la activista provida Lila Rose, fundadora y presidenta de Live Action, que compartió cómo su vida se transformó tras un encuentro con Jesús en la Eucaristía. Tras convertirse al catolicismo y pedir al Señor que la “utilizara para hacer algo que salvara vidas”, Rose fundó a los 15 años la organización provida Live Action, que llega a millones de personas cada mes, según su página web.
Tras casarse con su esposo hace seis años y tener tres hijos – uno de los cuales dormía entre bastidores–, la misión de luchar por la vida se ha convertido en su misión familiar, afirmó Rose.
“Rezamos juntos, no sólo por el fin del aborto, sino que rezamos por nuestros hijos, para que crezcan grandes, fuertes y sanos, para que se conviertan en santos y ayuden a llevar muchas almas al cielo”, dijo.
También estuvieron presentes Ken y Mary Ann Duppong, que criaron a seis hijos con la fe como eje de sus vidas.
Compartieron su historia de amor con el público, explicando cómo se sintieron llamados a regresar a su estado natal de Dakota del Norte por el bien de su familia y comenzaron a profundizar en su fe. Mary Ann habló de cómo empezaron a rezar el rosario familiar cuando la madre de Ken enfermó, desarrollaron una devoción a Nuestra Señora de Fátima y consagraron su familia al Sagrado Corazón de Jesús.
El amor por Jesús que inculcaron a sus hijos tuvo un gran impacto en su hija, Michelle Christine Duppong, que amaba inmensamente la Eucaristía y se convirtió en misionera de FOCUS. Antes de fallecer en 2014 en medio de una batalla contra el cáncer, ella “consagró su sufrimiento a aquellos que necesitaban encontrar el amor en la Eucaristía”, compartió la presentadora Montse Alvarado de EWTN. En junio de 2022, el obispo de Bismark, Dakota del Norte, David Kagan, anunció su intención de abrir formalmente la fase diocesana de investigación sobre la vida de Michelle, un paso preliminar hacia su posible canonización.
Cuando se les pidió consejo para las familias que quieren educar a sus hijos en la fe, Ken y Mary Ann Duppong les animaron a rezar mucho y a recordar que los niños observan todo lo que hacen sus padres.
“Le digo a la gente que el ejemplo que das a tus hijos es una gran influencia”, dijo Ken Duppong. “Si hablas mal, ellos hablarán mal. Si vas a Misa, te ven hacerlo. Lo harán en el futuro. ... Y eso es probablemente lo mejor que puedes hacer: darles un buen ejemplo de lo que deben hacer”.
Las palabras sin duda resonaron en los muchos padres presentes esa noche en el estadio, a los que se reconoció el sacrificio y la dedicación que supuso traer a sus familias al congreso de Indianápolis.
Daniel Cabrera, de Camby, Indiana, dijo a OSV News que los oradores de la noche de avivamiento fueron buenos – pero la experiencia de la adoración eucarística fue “totalmente impresionante”. Tanto, dijo, que lloró.
“Ni siquiera me considero digno de estar aquí”, dijo. “Es totalmente un privilegio estar aquí”.
Cabrera y su esposa, María Hernández, asisten al congreso del 17 al 21 de julio con sus seis hijos, de edades comprendidas entre los 3 y los 17 años.
Cabrera dijo que experimentó “ese silencio que sólo te permite estar con Dios a nivel personal, como ningún otro silencio en el mundo”.
Y añadió: “Ese silencio dice mucho, porque es una comunicación directa con tu alma”.
Lauretta Brown, Maria-Pia Negro Chin and Maria Wiering contribuyeron con este artículo.