Después del fin del Título 42, las hermanas en la frontera estudian el panorama del migrante

July 15, 2023 at 8:25 p.m.
Sister Maria Elena de San Jose, of the Sisters of Perpetual Adoration of the Most Sacred Sacrament, waits in line to cross into the United States at the Bridge of the Americas Port of Entry from Ciudad Juarez, Mexico, toward El Paso, Texas, May 13, 2023. She said her contemplative order prays so that governments can better help migrants. (OSV News photo/Rhina Guidos, Global Sisters Report)
Sister Maria Elena de San Jose, of the Sisters of Perpetual Adoration of the Most Sacred Sacrament, waits in line to cross into the United States at the Bridge of the Americas Port of Entry from Ciudad Juarez, Mexico, toward El Paso, Texas, May 13, 2023. She said her contemplative order prays so that governments can better help migrants. (OSV News photo/Rhina Guidos, Global Sisters Report) (Rhina Guidos)


EL PASO, Texas OSV News – Últimamente, autoridades estadounidenses han estado promocionando las últimas estadísticas mostrando un número disminuyente de migrantes que ingresan al país por la frontera sur.

En vez de aumentar – como algunos habían pronosticado tras el fin de la restricción de salud Título 42, una regla de salud de la era Trump, el 11 de mayo – las entradas no autorizadas entre los puertos de entrada a lo largo de la frontera sur de los EE.UU. han bajado un 25% con respecto a lo que eran hace un año, dijo la Patrulla Fronteriza de EE.UU. en un comunicado del 20 de junio.

Después de que la crisis migratoria proyectada en el lado fronterizo de EE.UU. no se materializó, miembros de la Iglesia católica, incluso muchas hermanas, comenzaron a ver las cifras y otras situaciones para evaluar mejor cómo ayudar a los migrantes y hablar sobre lo que han aprendido y cómo seguir adelante después del Título 42.

Los números pueden haber disminuido en el lado estadounidense, pero en la ciudad fronteriza de Piedras Negras, México, "la cantidad de migrantes que han llegado y siguen llegando ha aumentado" después del Título 42, dijo la hermana franciscana Isabel Turcios en una presentación por Zoom el 22 de junio para conmemorar la Jornada Mundial del Refugiado.

"Estamos en una situación difícil en la frontera", dijo durante la presentación y agregó: "Tenemos una gran tarea".

Antes del Título 42, las hermanas del refugio de Piedras Negras armaron listas que compartieron con las autoridades del lado estadounidense, señalando a algunas familias que posiblemente podrían calificar para asilo, así como a adultos o niños con necesidades especiales en sus refugios. Muchos de ellos pudieron ingresar a los EE.UU. Pero cuando se terminó el Título 42 y las autoridades impulsaron el uso de la aplicación CBP One para solicitar asilo "cambió la realidad", dijo la hermana Turcios.

"Es como una lotería", añadió Patrick Giuliani, analista de políticas del Hope Border Institute, una organización sin fines de lucro en El Paso, quien participó en la presentación. "Hay gente que le sale la cita (para pedir asilo en los EE.UU.) en unos días y otros que nunca les sale cita. Hay muchos con niños enfermos esperando una oportunidad (de ingresar a los EE.UU.)", explicó.

En El Paso, como en otras partes del país, las hermanas han seguido orando por los migrantes, por sus problemas legales, mientras se han levantado otro tipo de barreras para mantenerlos fuera, dijo la hermana Turcios.

Mientras tanto, muchas hermanas continúan supervisando el trabajo de los refugios para que los viajeros tengan comida, ropa, agua, a veces una palabra de consuelo o consejo legal. Pero cada vez es más difícil ayudarlos a mantener el ánimo debido a los cambios rápidos y las dificultades que enfrentan las personas que no pueden avanzar desde el lado de México, agregó.

El trabajo de las hermanas en la frontera con los migrantes en la Diócesis de El Paso ha sido invaluable, dijo el obispo Mark Seitz durante un servicio de oración el 15 de mayo en la Catedral de San Patricio de la ciudad.

"Siempre he dicho que el trabajo de las religiosas con los inmigrantes ha sido la columna vertebral de nuestra respuesta", aseveró el obispo Seitz, presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU., a Global Sisters Report. "Han estado bien sintonizadas con la necesidad, amorosas con los que sufren, y están dispuestas a darse a sí mismas con tanta generosidad que han sido insustituibles en términos de nuestra respuesta. Nuestra gente aquí es generosa y está dispuesta a ayudar, pero las hermanas aportan la capacidad de liderar y organizar. Estoy agradecido".

Los migrantes se encuentran cada vez más desesperados, dijo la hermana Turcios, mientras navegan un nuevo sistema, nuevas reglas que muchos a lo largo de la frontera aún no conocen.

Las hermanas dicen que su trabajo no se trata únicamente de la ayuda que ofrecen a los migrantes, sino también de lo que las hermanas reciben, las lecciones aprendidas de las personas a las que ayudan.

"Te dan nueva vida al dar y seguir caminando con ellos", dijo a GSR en El Paso la hermana Joannes Klas, de las Hermanas Escolares de San Francisco, poco después de que expirara el Título 42.

Ella asistió al evento de oración con la hermana Josefina López y la hermana. Arlene Woelfel, también miembros de las Hermanas Escolares de San Francisco, quienes atienden a migrantes en ambos lados de la frontera sur, incluso en la vecina Ciudad Juárez, México, visible desde El Paso en la distancia.

Las comunidades católicas de ambos lados a menudo hablan con cariño, unas de las otras, de su admiración al ver cómo cada una abre sus hogares y corazones, y muestra bondad al extranjero a medida que pasan por sus alrededores las diferentes olas de migrantes.

"Esas personas, a cientos de millas de aquí, no saben lo que se pierden", dijo el obispo Seitz durante el servicio de oración, que luego se convirtió en una oportunidad para organizar a voluntarios para servir a los migrantes que acuden a la diócesis.

"No conocen la alegría que se puede encontrar en nuestros albergues, y en nuestras calles cuando tenemos la oportunidad de encontrarnos con Cristo" en forma de forastero, añadió.

Es un sentimiento compartido por la hermana Klas, quien ha trabajado durante años con migrantes, incluido nueve años en un campo de refugiados en Guatemala. Su trabajo principal ahora, dijo, es uno que le permite pasar tiempo con ellos en un refugio.

"Camino y visito", dijo y añadió: "Ves los regalos que aportan a la sociedad".

Para los que están cerca de la frontera, es una oportunidad de vivir una vida "contracultural", dijo el obispo Seitz, bromeando con algunos de los baby boomers en la catedral, preguntando durante su homilía si alguien más recordaba la década de los años 60. "¿Recuerdan todo ese movimiento de revolución contracultural y esos días de Acuario?", dijo.

La contracultura de hoy es una revolución del amor fraterno, expresó, de construir un mundo para ayudar a los hermanos y hermanas que migran a recuperar su dignidad.

"No dejes que esas cosas se pongan en el camino; el color de la piel de una persona, dónde naciste o no naciste, la religión, la cultura o el idioma de una persona", dijo, alternando entre inglés y español. "No dejes que esas líneas nos dividan. No funcionan como fronteras de nuestro amor", instó.

Mientras algunas hermanas en El Paso pasan tiempo con los migrantes presencialmente; otras, como la hermana María Elena de San José, de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento, las acompaña en oración. Los familiares, preocupados, a veces llaman a la comunidad contemplativa pidiendo oraciones y peticiones particulares relacionadas con la inmigración, a veces para que un miembro de la familia en proceso de cruzar la frontera salga sano y salvo. Pero la hermana sacramentina también enfoca sus oraciones en el panorama general – "para que se iluminen los gobiernos, para que sepan cómo ayudarles", le dijo a GSR.

Es difícil ver cómo se desarrolla el drama, dijo, pero reza por el bienestar de los migrantes y por sabiduría para que, si se les ofrecen oportunidades para prosperar en otro país en el camino, reconsideren cruzar ilegalmente y escuchen la voz de Dios, dado el peligro físico y la posible pérdida de vidas que enfrentan al tratar de ingresar sin autorización a los Estados Unidos.

"Yo también pido por los migrantes, que sean dóciles… que confíen en nuestro Señor, de que, si les ofrecen un trabajo en México, pues, por un tiempo (lo acepten)", dijo. "Que, si ellos vienen con esa ilusión, si Dios quiere, pues, les van a dar el pase… que ellos no dejen de luchar por sus sueños. Para eso vinieron".

La cálida recepción de El Paso a lo largo de los años, y hoy, es un ejemplo de que la narrativa negativa dominante sobre los inmigrantes en los EE.UU. puede ser reemplazada por el amor de Cristo, las enseñanzas que dejó, dijo el obispo Seitz. Las hermanas, en ese sentido, "dan un buen ejemplo" de cómo hacerlo, agregó, dirigiéndose a los que se reunieron en la catedral para ver qué podían hacer ellos también para ayudar, a través de oraciones y obras.

"Como dijo Jesús, 'no tengan miedo'. Estamos viviendo aquí mismo en lo que mucha gente ha llamado la zona cero del movimiento de inmigración y trabajamos con los que vienen todos los días. Hermanos y hermanas, no tengan miedo. Jesús nos ha mostrado cómo amarnos los unos a los otros. No tengan miedo de vivirlo, aunque este mundo nos rechace", dijo el obispo Seitz.

"Si están dispuestos a amar así, entonces se están abriendo a un mundo completamente nuevo de posibilidades, la capacidad de darse a sí mismos, de descubrir el rostro de Cristo, en (la persona) que ven, y cuyas enseñanzas seguimos", afirmó.

Y agregó: "Hermanos y hermanas, me siento muy bendecido de estar aquí y de estar aquí y ahora, en este momento. ¡Qué amor debe tener Dios por mí, y por ti, para habernos dado esta oportunidad de vivir nuestra fe de una manera tan práctica y concreta: al servicio de nuestros hermanos y hermanas!".

Rhina Guidos es corresponsal regional para América Latina de Global Sisters Report.

NOTES: Para leer más artículos de Global Sisters Report en español, vaya a https://www.globalsistersreport.org/es


Related Stories

EL PASO, Texas OSV News – Últimamente, autoridades estadounidenses han estado promocionando las últimas estadísticas mostrando un número disminuyente de migrantes que ingresan al país por la frontera sur.

En vez de aumentar – como algunos habían pronosticado tras el fin de la restricción de salud Título 42, una regla de salud de la era Trump, el 11 de mayo – las entradas no autorizadas entre los puertos de entrada a lo largo de la frontera sur de los EE.UU. han bajado un 25% con respecto a lo que eran hace un año, dijo la Patrulla Fronteriza de EE.UU. en un comunicado del 20 de junio.

Después de que la crisis migratoria proyectada en el lado fronterizo de EE.UU. no se materializó, miembros de la Iglesia católica, incluso muchas hermanas, comenzaron a ver las cifras y otras situaciones para evaluar mejor cómo ayudar a los migrantes y hablar sobre lo que han aprendido y cómo seguir adelante después del Título 42.

Los números pueden haber disminuido en el lado estadounidense, pero en la ciudad fronteriza de Piedras Negras, México, "la cantidad de migrantes que han llegado y siguen llegando ha aumentado" después del Título 42, dijo la hermana franciscana Isabel Turcios en una presentación por Zoom el 22 de junio para conmemorar la Jornada Mundial del Refugiado.

"Estamos en una situación difícil en la frontera", dijo durante la presentación y agregó: "Tenemos una gran tarea".

Antes del Título 42, las hermanas del refugio de Piedras Negras armaron listas que compartieron con las autoridades del lado estadounidense, señalando a algunas familias que posiblemente podrían calificar para asilo, así como a adultos o niños con necesidades especiales en sus refugios. Muchos de ellos pudieron ingresar a los EE.UU. Pero cuando se terminó el Título 42 y las autoridades impulsaron el uso de la aplicación CBP One para solicitar asilo "cambió la realidad", dijo la hermana Turcios.

"Es como una lotería", añadió Patrick Giuliani, analista de políticas del Hope Border Institute, una organización sin fines de lucro en El Paso, quien participó en la presentación. "Hay gente que le sale la cita (para pedir asilo en los EE.UU.) en unos días y otros que nunca les sale cita. Hay muchos con niños enfermos esperando una oportunidad (de ingresar a los EE.UU.)", explicó.

En El Paso, como en otras partes del país, las hermanas han seguido orando por los migrantes, por sus problemas legales, mientras se han levantado otro tipo de barreras para mantenerlos fuera, dijo la hermana Turcios.

Mientras tanto, muchas hermanas continúan supervisando el trabajo de los refugios para que los viajeros tengan comida, ropa, agua, a veces una palabra de consuelo o consejo legal. Pero cada vez es más difícil ayudarlos a mantener el ánimo debido a los cambios rápidos y las dificultades que enfrentan las personas que no pueden avanzar desde el lado de México, agregó.

El trabajo de las hermanas en la frontera con los migrantes en la Diócesis de El Paso ha sido invaluable, dijo el obispo Mark Seitz durante un servicio de oración el 15 de mayo en la Catedral de San Patricio de la ciudad.

"Siempre he dicho que el trabajo de las religiosas con los inmigrantes ha sido la columna vertebral de nuestra respuesta", aseveró el obispo Seitz, presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU., a Global Sisters Report. "Han estado bien sintonizadas con la necesidad, amorosas con los que sufren, y están dispuestas a darse a sí mismas con tanta generosidad que han sido insustituibles en términos de nuestra respuesta. Nuestra gente aquí es generosa y está dispuesta a ayudar, pero las hermanas aportan la capacidad de liderar y organizar. Estoy agradecido".

Los migrantes se encuentran cada vez más desesperados, dijo la hermana Turcios, mientras navegan un nuevo sistema, nuevas reglas que muchos a lo largo de la frontera aún no conocen.

Las hermanas dicen que su trabajo no se trata únicamente de la ayuda que ofrecen a los migrantes, sino también de lo que las hermanas reciben, las lecciones aprendidas de las personas a las que ayudan.

"Te dan nueva vida al dar y seguir caminando con ellos", dijo a GSR en El Paso la hermana Joannes Klas, de las Hermanas Escolares de San Francisco, poco después de que expirara el Título 42.

Ella asistió al evento de oración con la hermana Josefina López y la hermana. Arlene Woelfel, también miembros de las Hermanas Escolares de San Francisco, quienes atienden a migrantes en ambos lados de la frontera sur, incluso en la vecina Ciudad Juárez, México, visible desde El Paso en la distancia.

Las comunidades católicas de ambos lados a menudo hablan con cariño, unas de las otras, de su admiración al ver cómo cada una abre sus hogares y corazones, y muestra bondad al extranjero a medida que pasan por sus alrededores las diferentes olas de migrantes.

"Esas personas, a cientos de millas de aquí, no saben lo que se pierden", dijo el obispo Seitz durante el servicio de oración, que luego se convirtió en una oportunidad para organizar a voluntarios para servir a los migrantes que acuden a la diócesis.

"No conocen la alegría que se puede encontrar en nuestros albergues, y en nuestras calles cuando tenemos la oportunidad de encontrarnos con Cristo" en forma de forastero, añadió.

Es un sentimiento compartido por la hermana Klas, quien ha trabajado durante años con migrantes, incluido nueve años en un campo de refugiados en Guatemala. Su trabajo principal ahora, dijo, es uno que le permite pasar tiempo con ellos en un refugio.

"Camino y visito", dijo y añadió: "Ves los regalos que aportan a la sociedad".

Para los que están cerca de la frontera, es una oportunidad de vivir una vida "contracultural", dijo el obispo Seitz, bromeando con algunos de los baby boomers en la catedral, preguntando durante su homilía si alguien más recordaba la década de los años 60. "¿Recuerdan todo ese movimiento de revolución contracultural y esos días de Acuario?", dijo.

La contracultura de hoy es una revolución del amor fraterno, expresó, de construir un mundo para ayudar a los hermanos y hermanas que migran a recuperar su dignidad.

"No dejes que esas cosas se pongan en el camino; el color de la piel de una persona, dónde naciste o no naciste, la religión, la cultura o el idioma de una persona", dijo, alternando entre inglés y español. "No dejes que esas líneas nos dividan. No funcionan como fronteras de nuestro amor", instó.

Mientras algunas hermanas en El Paso pasan tiempo con los migrantes presencialmente; otras, como la hermana María Elena de San José, de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento, las acompaña en oración. Los familiares, preocupados, a veces llaman a la comunidad contemplativa pidiendo oraciones y peticiones particulares relacionadas con la inmigración, a veces para que un miembro de la familia en proceso de cruzar la frontera salga sano y salvo. Pero la hermana sacramentina también enfoca sus oraciones en el panorama general – "para que se iluminen los gobiernos, para que sepan cómo ayudarles", le dijo a GSR.

Es difícil ver cómo se desarrolla el drama, dijo, pero reza por el bienestar de los migrantes y por sabiduría para que, si se les ofrecen oportunidades para prosperar en otro país en el camino, reconsideren cruzar ilegalmente y escuchen la voz de Dios, dado el peligro físico y la posible pérdida de vidas que enfrentan al tratar de ingresar sin autorización a los Estados Unidos.

"Yo también pido por los migrantes, que sean dóciles… que confíen en nuestro Señor, de que, si les ofrecen un trabajo en México, pues, por un tiempo (lo acepten)", dijo. "Que, si ellos vienen con esa ilusión, si Dios quiere, pues, les van a dar el pase… que ellos no dejen de luchar por sus sueños. Para eso vinieron".

La cálida recepción de El Paso a lo largo de los años, y hoy, es un ejemplo de que la narrativa negativa dominante sobre los inmigrantes en los EE.UU. puede ser reemplazada por el amor de Cristo, las enseñanzas que dejó, dijo el obispo Seitz. Las hermanas, en ese sentido, "dan un buen ejemplo" de cómo hacerlo, agregó, dirigiéndose a los que se reunieron en la catedral para ver qué podían hacer ellos también para ayudar, a través de oraciones y obras.

"Como dijo Jesús, 'no tengan miedo'. Estamos viviendo aquí mismo en lo que mucha gente ha llamado la zona cero del movimiento de inmigración y trabajamos con los que vienen todos los días. Hermanos y hermanas, no tengan miedo. Jesús nos ha mostrado cómo amarnos los unos a los otros. No tengan miedo de vivirlo, aunque este mundo nos rechace", dijo el obispo Seitz.

"Si están dispuestos a amar así, entonces se están abriendo a un mundo completamente nuevo de posibilidades, la capacidad de darse a sí mismos, de descubrir el rostro de Cristo, en (la persona) que ven, y cuyas enseñanzas seguimos", afirmó.

Y agregó: "Hermanos y hermanas, me siento muy bendecido de estar aquí y de estar aquí y ahora, en este momento. ¡Qué amor debe tener Dios por mí, y por ti, para habernos dado esta oportunidad de vivir nuestra fe de una manera tan práctica y concreta: al servicio de nuestros hermanos y hermanas!".

Rhina Guidos es corresponsal regional para América Latina de Global Sisters Report.

NOTES: Para leer más artículos de Global Sisters Report en español, vaya a https://www.globalsistersreport.org/es

Have a news tip? Email [email protected] or Call/Text 360-922-3092

e-Edition


e-edition

Sign up


for our email newsletters

Weekly Top Stories

Sign up to get our top stories delivered to your inbox every Sunday

Daily Updates & Breaking News Alerts

Sign up to get our daily updates and breaking news alerts delivered to your inbox daily

Latest Stories


Georgian Court University President Joseph R. Marbach, Ph.D. to retire in summer 2025
Georgian Court University (GCU) President ...

La novena por el 'Respeto por la vida' destaca el don de la vida y la necesidad de rezar por su protección
Los obispos católicos del país invitan a los fieles a unirse a una novena que destaca el don de la vida humana,...

Jean B. Boyle, Catholic Charities staffer and honoree, dies at 61
Jean B. Boyle, who served as a ...

Venezuelan American teen's film on Guatemalan genocide grows out of Catholic high school program
A filmmaker and graduate of Miami Catholic schools with a new documentary

Cardinal calls for communion, continued action as synod nears end
As members of the Synod of Bishops entered the last week of their meeting in Rome...


The Evangelist, 40 North Main Ave., Albany, NY, 12203-1422 | PHONE: 518-453-6688| FAX: 518-453-8448
© 2024 Trenton Monitor, All Rights Reserved.