El 20 de septiembre, la Iglesia católica celebra el Domingo Catequético para reconocer la importancia y la gracia que se recibe a través de transmitir y formarse en la fe. El lema de este año es: “Lo que yo recibí del Señor, les he transmitido”, una declaración de San Pablo a los Corintios (1 Cor 11:23).

La pandemia del coronavirus ha alterado cómo las parroquias organizan la catequesis, pero la catequesis en sí no cambia nunca. “Somos todos llamados a ser catequistas”, dijo Denise Contino, directora del departamento diocesano de catequesis. “Las parroquias pueden ofrecer la educación religiosa este año de varias maneras. Una sola manera no funcionará para todos”.

“Tenemos que ser muy creativos”, añadió Viviana Bonilla, líder catequético parroquial de la Parroquia San Antonio de Padua, Hightstown. “Hay que tener varios planes y proveer el apoyo que las familias realmente necesitan”.

Pilar Acosta, líder catequético parroquial de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Lakewood, está de acuerdo.

“Ahora es el momento de implementar la Iglesia doméstica. Tenemos que evangelizar a nuestro pueblo”, dijo Acosta. Las familias “dependen tanto en el catecismo para enseñar la fe, así que tenemos que invitarlas a volver y enseñar a la iglesia doméstica familiar … veremos donde se encuentran [en el camino] y las acompañaremos desde ahí”.

Contino subrayó la importancia de los padres de familia en cuanto la transmisión de la fe católica.

“Como madre o padre, Usted ya es catequista. Está equipado ya con habilidades y valores. Se puede también formarse al lado de sus hijos. Los hijos solo pondrán en práctica la fe si sale de la familia”.

Programas de educación religiosa varían de parroquia en parroquia dependiendo de los recursos disponibles y las realidades prácticas de las comunidades. Muchas parroquias se preparan ahora para ofrecer la educación religiosa remotamente, y en persona si se puede de manera segura y sin mayor riesgo de transmitir el coronavirus.

Bonilla compartió: “Los cambios son bien estresantes, pero siempre podemos sacar lo bueno de estas experiencias”. Aprender de casa, dijo, puede facilitar mayor conexión entre los padres y sus hijos a través de la fe y establecer una presencia de Dios en el hogar.

Las parroquias de la Diócesis de Trenton tienen hasta 4 de septiembre para entregar sus planes para la educación religiosa y cómo implementarla. Habrá reevaluaciones continuas de nivel parroquial en los próximos meses sobre la eficiencia de los programas además de muchos recursos disponibles de la Diócesis y de parroquias para apoyar a los padres y madres en su papal de catequistas.

“No estamos formando teólogos”, dijo Contino. “Creamos discípulos. No trata de pasar ningún examen, es sobre una relación con Jesús”.