Líderes católicos se unen a neoyorquinos en marcha contra el odio
January 9, 2020 at 7:16 p.m.
BROOKLYN, N.Y. (CNS) -- El cardenal Timothy M. Dolan de New York y el obispo Nicholas DiMarzio de Brooklyn, se unieron a aproximadamente 25,000 neoyorquinos que salieron a las calles para "la Marcha de la Solidaridad" del 5 de enero contra el antisemitismo.
"Cuando atacan a uno, nos atacan a todos", dijo el cardenal Dolan al participar en la manifestación en Brooklyn, luego de que los manifestantes cruzaran el Puente de Brooklyn.
La marcha, la cual partió del Bajo Manhattan al parque Cadman Plaza en el centro de Brooklyn, reunió a residentes judíos y no judíos procedentes del área de Nueva York, así como una multitud de líderes locales, incluyendo al gobernador Andrew Cuomo, el senador Chuck Schumer, el alcalde Bill DeBlasio y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez -- todos marcharon bajo la consigna "No al odio, no al miedo".
La marcha fue organizada por la Liga Antidifamación, el Comité Judío Estadounidense y la interdenominacional Junta de Rabinos de Nueva York.
El obispo DiMarzio le dijo a la multitud que era algo horrible que aquellos que se ponen vestimenta religiosa "sean objeto de odio y violencia".
"No podemos dejar que suceda en este grandioso Estados Unidos nuestro. No podemos quedarnos parados sin hacer nada", dijo. El obispo también se comprometió a hacer todo lo que pueda para "cambiar las mentes y corazones en nuestras comunidades de modo que podamos realmente luchar juntos contra cualquier tipo de odio, especialmente el antisemitismo y sus causas".
En sus declaraciones, el cardenal Dolan hizo eco de las palabras de san Juan Pablo II, quien a menudo se refería a los judíos como "nuestros hermanos y hermanas mayores en la fe", queriendo decir que "somos una sola familia".
"Estamos unidos cuando reconocemos que este odio y violencia lamentables, aterradores, que afectan a la comunidad que amamos, pueden en definitiva terminar solamente con una conversión de corazón", dijo.
"De escupir a alguien a bendecir a alguien. De pegar a abrazar. De machetes a la misericordia. De ver a alguien como una amenaza a mirar a alguien como un amigo. Esa es la conversión de corazón", agregó.
La marcha y manifestación surgieron a raíz de varios ataques antisemitas en Nueva York. El último de ellos fue el Día de Año Nuevo, cuando un hombre jasídico de 22 años fue golpeado y blanco de mensajes de odio en Brooklyn -- el 13º ataque reportado contra judíos en el área de Nueva York en menos de 10 días.
La violencia del 1 de enero ocurrió después del ataque, en el marco de la celebración de Hanukkah, en la casa de un rabino en el sector de Monsey, en el cual cinco personas fueron apuñaladas en un incidente que Cuomo calificó como "terrorismo doméstico".
Los ataques en Nueva York ocurrieron en un momento en que los creyentes están encarando mayor violencia en lugares de culto a lo largo de la nación.
Nueva York ha intensificado la seguridad en los alrededores de los templos y el gobernador ha ordenado que se incremente el patrullaje en los vecindarios judíos ortodoxos en todo el estado.
En la manifestación del 5 de enero, Cuomo dijo que la concentración fue "una excepcional muestra de amor y solidaridad".
"Eso es Nueva York en su apogeo", dijo de la concurrencia que se dio cita, agregando que los incidentes violentos han sido "ataques a cada neoyorquino".
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BROOKLYN, N.Y. (CNS) -- El cardenal Timothy M. Dolan de New York y el obispo Nicholas DiMarzio de Brooklyn, se unieron a aproximadamente 25,000 neoyorquinos que salieron a las calles para "la Marcha de la Solidaridad" del 5 de enero contra el antisemitismo.
"Cuando atacan a uno, nos atacan a todos", dijo el cardenal Dolan al participar en la manifestación en Brooklyn, luego de que los manifestantes cruzaran el Puente de Brooklyn.
La marcha, la cual partió del Bajo Manhattan al parque Cadman Plaza en el centro de Brooklyn, reunió a residentes judíos y no judíos procedentes del área de Nueva York, así como una multitud de líderes locales, incluyendo al gobernador Andrew Cuomo, el senador Chuck Schumer, el alcalde Bill DeBlasio y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez -- todos marcharon bajo la consigna "No al odio, no al miedo".
La marcha fue organizada por la Liga Antidifamación, el Comité Judío Estadounidense y la interdenominacional Junta de Rabinos de Nueva York.
El obispo DiMarzio le dijo a la multitud que era algo horrible que aquellos que se ponen vestimenta religiosa "sean objeto de odio y violencia".
"No podemos dejar que suceda en este grandioso Estados Unidos nuestro. No podemos quedarnos parados sin hacer nada", dijo. El obispo también se comprometió a hacer todo lo que pueda para "cambiar las mentes y corazones en nuestras comunidades de modo que podamos realmente luchar juntos contra cualquier tipo de odio, especialmente el antisemitismo y sus causas".
En sus declaraciones, el cardenal Dolan hizo eco de las palabras de san Juan Pablo II, quien a menudo se refería a los judíos como "nuestros hermanos y hermanas mayores en la fe", queriendo decir que "somos una sola familia".
"Estamos unidos cuando reconocemos que este odio y violencia lamentables, aterradores, que afectan a la comunidad que amamos, pueden en definitiva terminar solamente con una conversión de corazón", dijo.
"De escupir a alguien a bendecir a alguien. De pegar a abrazar. De machetes a la misericordia. De ver a alguien como una amenaza a mirar a alguien como un amigo. Esa es la conversión de corazón", agregó.
La marcha y manifestación surgieron a raíz de varios ataques antisemitas en Nueva York. El último de ellos fue el Día de Año Nuevo, cuando un hombre jasídico de 22 años fue golpeado y blanco de mensajes de odio en Brooklyn -- el 13º ataque reportado contra judíos en el área de Nueva York en menos de 10 días.
La violencia del 1 de enero ocurrió después del ataque, en el marco de la celebración de Hanukkah, en la casa de un rabino en el sector de Monsey, en el cual cinco personas fueron apuñaladas en un incidente que Cuomo calificó como "terrorismo doméstico".
Los ataques en Nueva York ocurrieron en un momento en que los creyentes están encarando mayor violencia en lugares de culto a lo largo de la nación.
Nueva York ha intensificado la seguridad en los alrededores de los templos y el gobernador ha ordenado que se incremente el patrullaje en los vecindarios judíos ortodoxos en todo el estado.
En la manifestación del 5 de enero, Cuomo dijo que la concentración fue "una excepcional muestra de amor y solidaridad".
"Eso es Nueva York en su apogeo", dijo de la concurrencia que se dio cita, agregando que los incidentes violentos han sido "ataques a cada neoyorquino".