CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El mundo no conocerá la paz a menos que se acabe la violencia contra las mujeres, la explotación de sus cuerpos y la negación de su dignidad -- dijo el papa Francisco en la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.

Al celebrar la Misa el 1 de enero con ocasión de la solemnidad y el Día Mundial de la Paz, el pontífice dijo: "Si queremos un mundo mejor, que sea una casa de paz y no un patio de guerra, debemos preocuparnos por la dignidad de cada mujer".

Subrayó que Jesús, el príncipe de la paz, nació de una mujer. "La mujer es una dadora y mediadora de la paz y debe participar plenamente en los procesos de toma de decisiones porque cuando las mujeres puedan compartir sus dones, el mundo estará más unido y más en paz".

"Una victoria para las mujeres es una victoria para toda la humanidad", dijo el pontífice.

La temporada navideña y la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios --dijo-- son celebraciones del gran regalo de Dios de enviarnos a su hijo al mundo como bebé, nacido de una mujer para que él tenga la misma carne humana de todos aquellos a quienes vino a salvar.

Los católicos comienzan el año nuevo homenajeando a María, "la mujer que tejió la humanidad de Dios", dijo el papa. "Si queremos entrelazar a la humanidad en la trama de nuestros días, debemos empezar por la mujer".

Toda vida humana nace de una mujer y el renacer prometido en Cristo también nació de una mujer -- expresó el pontífice.

"Las mujeres son fuente de vida, sin embargo son constantemente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre", dijo el papa.

"Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer", dijo. "La salvación de la humanidad se logró a través del cuerpo de una mujer. La forma en que tratamos el cuerpo de la mujer, es un indicador de nuestro nivel de humanidad".

No se trata solo de violencia, dijo el papa. "El cuerpo de la mujer se sacrifica en los altares profanos de la publicidad, el lucro y la pornografía, y se explota como una cosa para usar".

"Hoy la maternidad es humillada porque el único crecimiento que le interesa a las personas es el crecimiento económico", dijo.

El papa Francisco también hizo referencia a las mujeres migrantes, "madres que se arriesgan a emprender arduas travesías buscando desesperadamente un mejor futuro, para solo ser juzgadas como números que exceden el cupo por parte de personas que tienen el estómago lleno de cosas y el corazón vacío de amor".

El recién nacido Jesús recibió sus primeras caricias de María e intercambió sus primeras sonrisas con ella -- dijo el papa --. "Con ella, él inauguró la revolución de la ternura. La iglesia, mirando al niño Jesús, está llamada a continuarla".