Fieles impulsados a reflexionar sobre impacto de los religiosos a través de la colecta para el fondo de júbilo
November 15, 2019 at 2:07 p.m.
La colecta se llevará a cabo el fin de semana del 7-8 de diciembre. La hermana Rosa, delegada diocesana para los religiosos, enfatizó su esperanza con una anécdota sobre el impacto que las hermanas religiosas tuvieron en las vidas de su hermano Frank y su familia.
“Frank y su esposa, Arlene, adoptaron a sus dos hijos a través de Caridades Católicas en la Arquidiócesis de Philadelphia y fueron las hermanas Trinitarias quienes cuidaban a mis sobrinos hasta que fueran adoptados”, compartió la hermana Rose. “Nuestra familia siempre estará agradecida a las hermanas y estoy segura que haya muchas otras historias sobre cómo los hombres y mujeres religiosos han afectado las vidas de la gente”.
La colecta anual para el Fondo del Júbilo de Religiosos se coordina por la oficina nacional del júbilo de religiosos en Washington y la campaña beneficia a unos 32,000 hermanas y hermanos católicos y sacerdotes de ordenes que tienen más de 70 años viviendo actualmente en los Estados Unidos. Cada año, la mayoría del dinero recaudado se dirige a cuidar a los religiosos ancianos quienes combinan estos fondos con sus propios ingresos y ahorros para alcanzar las necesidades para el cuidado enfermero, los medicamentos, las terapias y otras necesidades cotidianas. Una parte del dinero aporta la programación y la educación que promueven planear por la jubilación a largo plazo.
En el 2018, la Diócesis de Trenton contribuyó $304,308.46 al fondo. Desde la concepción de la colecta en el 1988, la Diócesis ha contribuido un total de $10,693,449.97 dijo la hermana Rose. Ella notó que un 94 por ciento de la colecta va a los institutos más vulnerables en los Estados Unidos mientras el otro 6 por ciento se dirige al marketing y publicidad y para los estipendios de las personas que sirven en la oficina nacional en Washington.
“La colecta beneficia a aquellos hombres y mujeres religiosos que han servido al Pueblo de Dios durante sus mejores años de la vida”, dijo Hermana Rose, añadiendo que muchos vivirán su júbilo en algún convento o enfermería. Sin embargo, con poco dinero o ahorros, muchos intentan seguir ministrando si la salud se lo permite.
“La generosidad a la colecta hace posible que nuestra oficina distribuye apoyo financiero y educación que ayuda a las comunidades religiosas a proveer por sus ancianos mientras siguen sirviendo al Pueblo de Dios”, dijo la hermana Stephanie Still, miembro de la Presentación de la Beata Virgen María y directora ejecutiva del fondo nacional del júbilo.
“Me uno a los 32,000 hermanas, hermanos y sacerdotes de ordenes religiosos ancianos que se benefician por el fondo de júbilo de los religiosos a rezar diariamente en agradecimiento por todos que entregan el amor y el sacrificio que hace posible el empeño de nuestro oficina”.
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La colecta se llevará a cabo el fin de semana del 7-8 de diciembre. La hermana Rosa, delegada diocesana para los religiosos, enfatizó su esperanza con una anécdota sobre el impacto que las hermanas religiosas tuvieron en las vidas de su hermano Frank y su familia.
“Frank y su esposa, Arlene, adoptaron a sus dos hijos a través de Caridades Católicas en la Arquidiócesis de Philadelphia y fueron las hermanas Trinitarias quienes cuidaban a mis sobrinos hasta que fueran adoptados”, compartió la hermana Rose. “Nuestra familia siempre estará agradecida a las hermanas y estoy segura que haya muchas otras historias sobre cómo los hombres y mujeres religiosos han afectado las vidas de la gente”.
La colecta anual para el Fondo del Júbilo de Religiosos se coordina por la oficina nacional del júbilo de religiosos en Washington y la campaña beneficia a unos 32,000 hermanas y hermanos católicos y sacerdotes de ordenes que tienen más de 70 años viviendo actualmente en los Estados Unidos. Cada año, la mayoría del dinero recaudado se dirige a cuidar a los religiosos ancianos quienes combinan estos fondos con sus propios ingresos y ahorros para alcanzar las necesidades para el cuidado enfermero, los medicamentos, las terapias y otras necesidades cotidianas. Una parte del dinero aporta la programación y la educación que promueven planear por la jubilación a largo plazo.
En el 2018, la Diócesis de Trenton contribuyó $304,308.46 al fondo. Desde la concepción de la colecta en el 1988, la Diócesis ha contribuido un total de $10,693,449.97 dijo la hermana Rose. Ella notó que un 94 por ciento de la colecta va a los institutos más vulnerables en los Estados Unidos mientras el otro 6 por ciento se dirige al marketing y publicidad y para los estipendios de las personas que sirven en la oficina nacional en Washington.
“La colecta beneficia a aquellos hombres y mujeres religiosos que han servido al Pueblo de Dios durante sus mejores años de la vida”, dijo Hermana Rose, añadiendo que muchos vivirán su júbilo en algún convento o enfermería. Sin embargo, con poco dinero o ahorros, muchos intentan seguir ministrando si la salud se lo permite.
“La generosidad a la colecta hace posible que nuestra oficina distribuye apoyo financiero y educación que ayuda a las comunidades religiosas a proveer por sus ancianos mientras siguen sirviendo al Pueblo de Dios”, dijo la hermana Stephanie Still, miembro de la Presentación de la Beata Virgen María y directora ejecutiva del fondo nacional del júbilo.
“Me uno a los 32,000 hermanas, hermanos y sacerdotes de ordenes religiosos ancianos que se benefician por el fondo de júbilo de los religiosos a rezar diariamente en agradecimiento por todos que entregan el amor y el sacrificio que hace posible el empeño de nuestro oficina”.