Papa, obispos de EE.UU., reaccionan a fotos de padre e hija ahogados
July 29, 2019 at 12:37 p.m.
WASHINGTON (CNS) -- Los obispos de Estados Unidos se unieron al papa Francisco para expresar su profundo pesar, después de ver las fotos de los cuerpos de un padre inmigrante y su hija, quienes se ahogaron cerca de la frontera de Estados Unidos y México.
"Esta imagen clama al cielo por justicia. Esta imagen silencia la política. ¿Quién puede ver esta imagen y no ver los resultados de los fracasos de todos nosotros de no encontrar una solución humana y justa a la crisis de inmigración?", expresaron los obispos el 26 de junio en un comunicado.
"Lamentablemente, esta imagen muestra el cotidiano sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas. No solo su grito llega al cielo. Nos llega a nosotros. Y ahora debe llegar a nuestro gobierno federal", según el comunicado emitido por el cardenal Daniel N. DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y el obispo Joe S. Vásquez de Austin, Texas, presidente del Comité de Migración de la USCCB.
Las fotos del inmigrante salvadoreño Óscar Alberto Martínez Ramírez y su hija de 23 meses, Valeria, tendidos boca abajo en aguas poco profundas del Río Grande provocaron indignación contra el gobierno de Estados Unidos debido a las precarias condiciones de las instalaciones para inmigrantes, así como las políticas cada vez más severas contra los inmigrantes, muchos de los cuales son de Centroamérica, que huyen de sus países por la violencia, la pobreza y la corrupción.
"Podemos y debemos seguir siendo un país que brinda refugio a los niños y las familias que huyen de la violencia, la persecución y la extrema pobreza", dijeron los obispos. "Todas las personas, independientemente de su país de origen o estatus legal, están hechas a la imagen de Dios y deben ser tratadas con dignidad y respeto".
Respondiendo a preguntas de los periodistas, Alessandro Gisotti, portavoz interino del Vaticano, dijo el 26 de junio que el papa Francisco vio las fotos "con inmensa tristeza".
"El papa está profundamente entristecido por su muerte y está rezando por ellos y por todos los inmigrantes que han perdido la vida cuando intentaban huir de la guerra y la miseria", agregó Gisotti.
En una entrevista con el periódico mexicano La Jornada, la esposa de Martínez, Tania, dijo que ella y su esposo decidieron cruzar el Río Grande el 23 de junio, después de esperar dos meses por una respuesta de los Estados Unidos a su petición de asilo.
Tratando de cruzar el río en Brownsville, Texas, Martínez cruzó primero con su hija y la dejó cerca de la orilla mientras regresaba para ayudar a su esposa a cruzar. Sin embargo, al quedarse sola, Valeria se asustó y saltó al río.
En el apuro por salvarla, Martínez y su hija en cambio fueron arrastrados por la corriente. Tania fue rescatada por una persona que estaba cerca, según ella le explicó a La Jornada.
Después de doce horas, los rescatistas de Matamoros, México, hallaron los dos cuerpos, ambos boca abajo, con el brazo sin vida de Valeria agarrado al cuello de su padre.
Durante su audiencia general semanal después del incidente, el papa le pidió a los cristianos que le den la bienvenida al prójimo.
En su saludo a los peregrinos de habla hispana, él felicitó a los mexicanos, cuyo país ha visto un aumento en el flujo de migrantes centroamericanos, "porque ellos son tan acogedores, tan acogedores con los inmigrantes".
"Qué Dios se los pague", dijo.
En relación a los reportes de hacinamiento y condiciones insalubres en los centros de inmigrantes, el cardenal DiNardo y el obispo Vásquez dijeron que "tales condiciones no deben ser utilizadas como herramientas de disuasión".
"El Congreso tiene el deber de proporcionar fondos adicionales para atender las necesidades de los niños bajo custodia federal", expresaron. "Su proyecto de ley de asignaciones suplementarias también debería aumentar las protecciones para los niños inmigrantes, incluyendo el aumento de los estándares y la supervisión de las instalaciones fronterizas. Es posible y necesario cuidar la seguridad de los niños migrantes y la seguridad de nuestros ciudadanos. Dejando de lado los intereses partidistas, una nación tan grande como la nuestra puede hacer ambas cosas".
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WASHINGTON (CNS) -- Los obispos de Estados Unidos se unieron al papa Francisco para expresar su profundo pesar, después de ver las fotos de los cuerpos de un padre inmigrante y su hija, quienes se ahogaron cerca de la frontera de Estados Unidos y México.
"Esta imagen clama al cielo por justicia. Esta imagen silencia la política. ¿Quién puede ver esta imagen y no ver los resultados de los fracasos de todos nosotros de no encontrar una solución humana y justa a la crisis de inmigración?", expresaron los obispos el 26 de junio en un comunicado.
"Lamentablemente, esta imagen muestra el cotidiano sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas. No solo su grito llega al cielo. Nos llega a nosotros. Y ahora debe llegar a nuestro gobierno federal", según el comunicado emitido por el cardenal Daniel N. DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y el obispo Joe S. Vásquez de Austin, Texas, presidente del Comité de Migración de la USCCB.
Las fotos del inmigrante salvadoreño Óscar Alberto Martínez Ramírez y su hija de 23 meses, Valeria, tendidos boca abajo en aguas poco profundas del Río Grande provocaron indignación contra el gobierno de Estados Unidos debido a las precarias condiciones de las instalaciones para inmigrantes, así como las políticas cada vez más severas contra los inmigrantes, muchos de los cuales son de Centroamérica, que huyen de sus países por la violencia, la pobreza y la corrupción.
"Podemos y debemos seguir siendo un país que brinda refugio a los niños y las familias que huyen de la violencia, la persecución y la extrema pobreza", dijeron los obispos. "Todas las personas, independientemente de su país de origen o estatus legal, están hechas a la imagen de Dios y deben ser tratadas con dignidad y respeto".
Respondiendo a preguntas de los periodistas, Alessandro Gisotti, portavoz interino del Vaticano, dijo el 26 de junio que el papa Francisco vio las fotos "con inmensa tristeza".
"El papa está profundamente entristecido por su muerte y está rezando por ellos y por todos los inmigrantes que han perdido la vida cuando intentaban huir de la guerra y la miseria", agregó Gisotti.
En una entrevista con el periódico mexicano La Jornada, la esposa de Martínez, Tania, dijo que ella y su esposo decidieron cruzar el Río Grande el 23 de junio, después de esperar dos meses por una respuesta de los Estados Unidos a su petición de asilo.
Tratando de cruzar el río en Brownsville, Texas, Martínez cruzó primero con su hija y la dejó cerca de la orilla mientras regresaba para ayudar a su esposa a cruzar. Sin embargo, al quedarse sola, Valeria se asustó y saltó al río.
En el apuro por salvarla, Martínez y su hija en cambio fueron arrastrados por la corriente. Tania fue rescatada por una persona que estaba cerca, según ella le explicó a La Jornada.
Después de doce horas, los rescatistas de Matamoros, México, hallaron los dos cuerpos, ambos boca abajo, con el brazo sin vida de Valeria agarrado al cuello de su padre.
Durante su audiencia general semanal después del incidente, el papa le pidió a los cristianos que le den la bienvenida al prójimo.
En su saludo a los peregrinos de habla hispana, él felicitó a los mexicanos, cuyo país ha visto un aumento en el flujo de migrantes centroamericanos, "porque ellos son tan acogedores, tan acogedores con los inmigrantes".
"Qué Dios se los pague", dijo.
En relación a los reportes de hacinamiento y condiciones insalubres en los centros de inmigrantes, el cardenal DiNardo y el obispo Vásquez dijeron que "tales condiciones no deben ser utilizadas como herramientas de disuasión".
"El Congreso tiene el deber de proporcionar fondos adicionales para atender las necesidades de los niños bajo custodia federal", expresaron. "Su proyecto de ley de asignaciones suplementarias también debería aumentar las protecciones para los niños inmigrantes, incluyendo el aumento de los estándares y la supervisión de las instalaciones fronterizas. Es posible y necesario cuidar la seguridad de los niños migrantes y la seguridad de nuestros ciudadanos. Dejando de lado los intereses partidistas, una nación tan grande como la nuestra puede hacer ambas cosas".
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