Papa: El tiempo pasa, pero el amor de Dios perdura
July 29, 2019 at 12:37 p.m.
VATICAN CITY (CNS) -- El finalizar un año y comenzar otro, naturalmente insta a la gente a pensar sobre el paso del tiempo y sobre el amor, el cual le da al tiempo --y también a todo-- un real significado, dijo el papa Francisco.
Para conmemorar el fin del año 2018, el papa Francisco encabezó un servicio de oración vespertino el 31 de diciembre en la basílica de San Pedro. El servicio incluyó el cántico "Te Deum" (Alabado seas, oh Dios) en acción de gracias por las bendiciones del año pasado, así como la bendición y adoración eucarística.
En su breve homilía durante el servicio, el papa se enfocó en dos líneas de Gálatas 4: "Cuando la plenitud del tiempo había llegado, Dios envió a su hijo, nacido de una mujer, nacido en virtud de la ley, para rescatar a aquellos en conformidad con la ley, para que puedan ser adoptados".
Las líneas, dijo, son "una síntesis del Nuevo Testamento" y dan "significado a un momento clave como el fin de un año".
La temporada en que termina un año y uno nuevo comienza, hace que mucha gente "sienta la necesidad de algo que llene el paso del tiempo con significado. Algo, o mejor, alguien", dijo.
Para los cristianos, ese alguien es Cristo, el elegido enviado por Dios, el hijo único de Dios, dijo.
A través de su vida, muerte y resurrección, Jesús desató "un poder sin precedentes que todavía permanece y durará a través de toda la historia", dijo el pontífice.
"Este poder se llama amor. Es el amor el que da plenitud a todo, incluyendo al tiempo. Y Jesús es todo el amor de Dios concentrado en un ser humano".
La lectura de Gálatas, dijo, también habla de la misión de Jesús, la cual es "rescatar" a la gente, liberarlos de "una condición de esclavitud y restaurarles la libertad, dignidad y liberación propia de sus hijos e hijas" de Dios.
"Dios Padre envió a su único hijo engendrado en el mundo para eliminar de los corazones humanos la antigua esclavitud del pecado y, haciéndolo así, restaurar su dignidad", dijo. "De hecho, como Jesús nos enseña en el Evangelio, del corazón humano vienen todas las intenciones diabólicas, la inequidad que corrompe la vida y las relaciones".
Con esa comprensión, dijo el papa, los cristianos deben detenerse y reflexionar "con dolor y arrepentimiento", reconociendo cómo en el 2018, "muchos hombres y mujeres vivieron y siguen viviendo en condiciones de esclavitud indignas para el ser humano".
Con la alcaldesa de Roma Virginia Raggi sentada en la primera fila, el papa subrayó cómo incluso en Roma hay gente viviendo en condiciones horribles.
"Estoy pensando en particular en los desamparados, más de 10,000 de ellos", dijo el papa. "Ellos son todos hijos e hijas de Dios, pero varias formas de esclavitud --a menudo muy complejas-- los han llevado a una vida en los márgenes de la dignidad humana".
Mientras Jesús, también, nació en un lugar no apropiado para que vivan los humanos, dijo, la elección de un pesebre en Belén no fue por accidente. "Él quería nacer de esa manera para manifestar el amor de Dios por los pequeños y los pobres".
El humilde nacimiento de Jesús "evidenció ante el mundo las semillas del reino de Dios, el reino de justicia, amor y paz, donde nadie es esclavo, sino todos son hermanos y hermanas, hijos de un mismo padre".
Al realizarse el 31 de diciembre la vigilia de la festividad de María, madre de Dios, el papa Francisco subrayó cómo la iglesia continúa su preocupación y cuidado maternal a través del trabajo de muchas instituciones y voluntarios que asisten a los desamparados y a la gente afectada por una variedad de formas de esclavitud.
Contemplando "la divina maternidad de la Virgen María", dijo, los cristianos reconocemos que "Dios nació de una mujer a fin de que podamos recibir la plenitud de nuestra humanidad, ser adoptados como hijos. Por su humillación, nosotros fuimos elevados. De su pequeñez vino nuestra grandeza. De su fragilidad, nuestra fortaleza. Al convertirse él en esclavo, vino nuestra liberación".
"¿Cómo llamarías a todo esto, sino amor?", preguntó el papa Francisco, agregando que es por ese amor que la iglesia eleva un himno en acción de gracias a Dios al final de cada año.[[In-content Ad]]Related Stories
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VATICAN CITY (CNS) -- El finalizar un año y comenzar otro, naturalmente insta a la gente a pensar sobre el paso del tiempo y sobre el amor, el cual le da al tiempo --y también a todo-- un real significado, dijo el papa Francisco.
Para conmemorar el fin del año 2018, el papa Francisco encabezó un servicio de oración vespertino el 31 de diciembre en la basílica de San Pedro. El servicio incluyó el cántico "Te Deum" (Alabado seas, oh Dios) en acción de gracias por las bendiciones del año pasado, así como la bendición y adoración eucarística.
En su breve homilía durante el servicio, el papa se enfocó en dos líneas de Gálatas 4: "Cuando la plenitud del tiempo había llegado, Dios envió a su hijo, nacido de una mujer, nacido en virtud de la ley, para rescatar a aquellos en conformidad con la ley, para que puedan ser adoptados".
Las líneas, dijo, son "una síntesis del Nuevo Testamento" y dan "significado a un momento clave como el fin de un año".
La temporada en que termina un año y uno nuevo comienza, hace que mucha gente "sienta la necesidad de algo que llene el paso del tiempo con significado. Algo, o mejor, alguien", dijo.
Para los cristianos, ese alguien es Cristo, el elegido enviado por Dios, el hijo único de Dios, dijo.
A través de su vida, muerte y resurrección, Jesús desató "un poder sin precedentes que todavía permanece y durará a través de toda la historia", dijo el pontífice.
"Este poder se llama amor. Es el amor el que da plenitud a todo, incluyendo al tiempo. Y Jesús es todo el amor de Dios concentrado en un ser humano".
La lectura de Gálatas, dijo, también habla de la misión de Jesús, la cual es "rescatar" a la gente, liberarlos de "una condición de esclavitud y restaurarles la libertad, dignidad y liberación propia de sus hijos e hijas" de Dios.
"Dios Padre envió a su único hijo engendrado en el mundo para eliminar de los corazones humanos la antigua esclavitud del pecado y, haciéndolo así, restaurar su dignidad", dijo. "De hecho, como Jesús nos enseña en el Evangelio, del corazón humano vienen todas las intenciones diabólicas, la inequidad que corrompe la vida y las relaciones".
Con esa comprensión, dijo el papa, los cristianos deben detenerse y reflexionar "con dolor y arrepentimiento", reconociendo cómo en el 2018, "muchos hombres y mujeres vivieron y siguen viviendo en condiciones de esclavitud indignas para el ser humano".
Con la alcaldesa de Roma Virginia Raggi sentada en la primera fila, el papa subrayó cómo incluso en Roma hay gente viviendo en condiciones horribles.
"Estoy pensando en particular en los desamparados, más de 10,000 de ellos", dijo el papa. "Ellos son todos hijos e hijas de Dios, pero varias formas de esclavitud --a menudo muy complejas-- los han llevado a una vida en los márgenes de la dignidad humana".
Mientras Jesús, también, nació en un lugar no apropiado para que vivan los humanos, dijo, la elección de un pesebre en Belén no fue por accidente. "Él quería nacer de esa manera para manifestar el amor de Dios por los pequeños y los pobres".
El humilde nacimiento de Jesús "evidenció ante el mundo las semillas del reino de Dios, el reino de justicia, amor y paz, donde nadie es esclavo, sino todos son hermanos y hermanas, hijos de un mismo padre".
Al realizarse el 31 de diciembre la vigilia de la festividad de María, madre de Dios, el papa Francisco subrayó cómo la iglesia continúa su preocupación y cuidado maternal a través del trabajo de muchas instituciones y voluntarios que asisten a los desamparados y a la gente afectada por una variedad de formas de esclavitud.
Contemplando "la divina maternidad de la Virgen María", dijo, los cristianos reconocemos que "Dios nació de una mujer a fin de que podamos recibir la plenitud de nuestra humanidad, ser adoptados como hijos. Por su humillación, nosotros fuimos elevados. De su pequeñez vino nuestra grandeza. De su fragilidad, nuestra fortaleza. Al convertirse él en esclavo, vino nuestra liberación".
"¿Cómo llamarías a todo esto, sino amor?", preguntó el papa Francisco, agregando que es por ese amor que la iglesia eleva un himno en acción de gracias a Dios al final de cada año.[[In-content Ad]]