El papa Francisco ha concedido la oportunidad para una indulgencia plenaria* como parte del aniversario centenario de las apariciones de Fátima entre el 27 de noviembre del 2016 hasta el 26 de noviembre del 2017.

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Se puede obtener la indulgencia plenaria de tres distintas maneras. Lo siguiente, de parte del Santuario de Fátima en Portugal, explica los detalles:

Para obtener la indulgencia plenaria, los fieles deben seguir una de estas tres maneras para cumplir con las condiciones ordinarias: (1) confesarse y comulgar la Santa Eucaristía, (2) desatarse interiormente del pecado, y (3) rezar el Credo, el Padre Nuestro, la Ave María o la Gloria por las intenciones del Santo Padre. Las tres maneras son:

 
 1.    Peregrinar al Santuario de Fátima en Portugal:

A los fieles que peregrinan al Santuario de Fátima en Portugal y que participan en una celebración de oración dedicada a la Virgen. Además, los fieles deben rezar el Padre Nuestro, recitar el Credo e invocarle a la Madre de Dios.

O se puede,

 2.    Rezar ante cualquier estatua de Nuestra Señora de Fátima:

A los fieles que visitan, con devoción, una estatua de Nuestra Señora de Fátima que sea expuesta solemnemente para la veneración publica en cualquier iglesia, oratorio o lugar apropiado durante los días del aniversario de las apariciones, el 13 de cada mes de mayo a octubre del 2017, y participar devotamente en alguna celebración u oración en honor de la Virgen María. Además, los fieles deben rezar el Padre Nuestro, recitar el Credo e invocarle a Nuestra Señora de Fátima.

 3.    Para los ancianos y enfermos:

A los fieles quienes, por razones de edad, enfermedad u otra situación grave, tienen dificultades de movilidad, pueden rezar ante una estatua de Nuestra Señora de Fátima y deben unirse espiritualmente a las celebraciones jubilares en los días de las apariciones el día 13 de cada mes entre mayo y octubre del 2017. También, deben “ofrecer sus propias oraciones, sufrimiento o sacrificios a través de la intercesión de María a Dios Misericordioso con confianza”.

*  "La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos" (canon 992 y Catecismo de la Iglesia Católica, 1471). Una indulgencia plenaria es una remisión completa del castigo temporal por los pecados y se limita a una cada día.

¡Nuestra Señora de Fátima, ruega por nosotros!

Respetuosamente suyo en el Señor,

El reverendísimo David M. O’Connell, C.M., J.C.D.
Obispo de Trenton