Misa en el Monte fomenta solidaridad en la fe y hermandad para hombres de toda edad
July 29, 2019 at 12:37 p.m.
Dentro de la neblina de la mañana sobre la cima del Monte Tammany, el sonido de ramas pequeñas quebrando bajo pasos se mezcló con leve conversación y oración. Pero más que nada, los 150 hombres caminaron por Dunnfield Creek Natural Area impresionados por el silencio profundo del bosque mientras se acercaban a la cima en contemplación silenciosa.
Al llegar a la cima, los hombres de muchas partes de la Diócesis, se pusieron de rodillas durante una Misa bilingüe celebrada por el padre Jorge Bedoya, vicario parroquial de la Parroquia Santa Joana de Arco, Marlton. El padre Javier Díaz, párroco de la Parroquia Cristo Rey en Long Branch y el padre Krzysztof Pipa, padre de la Divina Palabra y párroco de la Parroquia Santa Ana en Browns Mills concelebraron la Misa. En otro detalle ese 15 junio que cayó en el fin de semana de la celebración del Día del Padre, muchos de los hombres fueron acompañados por sus hijos en la caminata.
Pulse aquí para la Galería de Fotos: MISA EN EL MONTE 2019
Josue Arriola, director del departamento diocesano de Evangelización y Vida Familia que patrocinó la caminata de la Misa en el Monte, dijo que la experiencia trató de la oración, la evangelización y fortalecer las conexiones.
“Parte de nuestra meta fue fortalecer los grupos de hombres y ayudarlos a reclutar nuevos miembros”, dijo mientras explicaba que al menos de dos de las parroquias representadas ese día se animaron a formar sus propios grupos para hombres porque hasta entonces no había.
“Hemos sentido la presencia de Dios”, continuó. “Hombres que empezaron la caminata solos llegaron a la cima con un nuevo amigo o grupo”.
John Muka ayudó a organizar grupo de hombres de la Parroquia San Vicente de Paul, Yardville. Muka dijo que fue importante hacer un testimonio público de la fe. Explicó cómo, en el camino, los hombres se encontraban con otros senderistas que fueron curiosos sobre la expedición del grupo y su fe.
Al terminar la caminata, Muka compartió, “Yo pensaba en la imagen de que tiramos una piedra al estanque e hicimos unas ondulaciones. Ahora tenemos que pensar en lo que hacer para seguir esto. Tenemos que tirar más piedras al estanque. Tenemos que crear más ondulaciones y olas. Hay demasiado en contra de nosotros estos días – el mundo está intentando dividirnos”.
Arriola dijo que se sentía muy agradecido por todos que aportaron al gran éxito de la caminata, incluso a las familias que apoyaron a muchos de estos hombres para que participaran.
“El ánimo de las esposas ha sido instrumental para hacer que esto fuera posible”, dijo. “Ellas se dieron cuenta de la hermosa oportunidad para los padres e hijos para que interactuaran”.
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Al llegar a la cima, los hombres de muchas partes de la Diócesis, se pusieron de rodillas durante una Misa bilingüe celebrada por el padre Jorge Bedoya, vicario parroquial de la Parroquia Santa Joana de Arco, Marlton. El padre Javier Díaz, párroco de la Parroquia Cristo Rey en Long Branch y el padre Krzysztof Pipa, padre de la Divina Palabra y párroco de la Parroquia Santa Ana en Browns Mills concelebraron la Misa. En otro detalle ese 15 junio que cayó en el fin de semana de la celebración del Día del Padre, muchos de los hombres fueron acompañados por sus hijos en la caminata.
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Josue Arriola, director del departamento diocesano de Evangelización y Vida Familia que patrocinó la caminata de la Misa en el Monte, dijo que la experiencia trató de la oración, la evangelización y fortalecer las conexiones.
“Parte de nuestra meta fue fortalecer los grupos de hombres y ayudarlos a reclutar nuevos miembros”, dijo mientras explicaba que al menos de dos de las parroquias representadas ese día se animaron a formar sus propios grupos para hombres porque hasta entonces no había.
“Hemos sentido la presencia de Dios”, continuó. “Hombres que empezaron la caminata solos llegaron a la cima con un nuevo amigo o grupo”.
John Muka ayudó a organizar grupo de hombres de la Parroquia San Vicente de Paul, Yardville. Muka dijo que fue importante hacer un testimonio público de la fe. Explicó cómo, en el camino, los hombres se encontraban con otros senderistas que fueron curiosos sobre la expedición del grupo y su fe.
Al terminar la caminata, Muka compartió, “Yo pensaba en la imagen de que tiramos una piedra al estanque e hicimos unas ondulaciones. Ahora tenemos que pensar en lo que hacer para seguir esto. Tenemos que tirar más piedras al estanque. Tenemos que crear más ondulaciones y olas. Hay demasiado en contra de nosotros estos días – el mundo está intentando dividirnos”.
Arriola dijo que se sentía muy agradecido por todos que aportaron al gran éxito de la caminata, incluso a las familias que apoyaron a muchos de estos hombres para que participaran.
“El ánimo de las esposas ha sido instrumental para hacer que esto fuera posible”, dijo. “Ellas se dieron cuenta de la hermosa oportunidad para los padres e hijos para que interactuaran”.