La Iglesia se opone inequívocamente al suicidio asistido y a la eutanasia
November 10, 2025 at 4:30 p.m.
En una reciente reunión de la Conferencia Católica de Nueva Jersey, uno de los obispos del estado planteó la cuestión de la enseñanza de la Iglesia sobre el suicidio asistido. Si bien muchosestán familiarizados con esta enseñanza, vale la pena revisarla, especialmente ahora que finalizael Mes del Respeto a la Vida.
La enseñanza oficial de la Iglesia Católica se opone inequívocamente al suicidio asistido y a la eutanasia. La postura de la Iglesia se basa en los siguientes principios:
1. Santidad de la vida: La vida humana se considera un don sagrado de Dios. Nadie tieneel derecho moral de poner fin intencionadamente a una vida humana inocente, ni siquieraa la propia.
2. Inaceptabilidad moral: La Iglesia enseña que el suicidio asistido y la eutanasia son moralmente inaceptables porque implican la eliminación deliberada de una vida, lo cualse considera una grave violación de la dignidad humana y de la ley divina.
3. Dignidad en el sufrimiento: Si bien la Iglesia reconoce la realidad del sufrimiento, enfatiza la atención compasiva, los cuidados paliativos y el apoyo espiritual —y no la aceleración de la muerte— como la respuesta adecuada.
La enseñanza de la Iglesia se encuentra en estos documentos clave:
1. Catecismo de la Iglesia Católica (2277): La eutanasia directa, independientemente del motivo, es moralmente inaceptable. La define como un asesinato y una grave ofensacontra la dignidad de la persona humana.
2. Declaración sobre la Eutanasia (1980): Publicada por la Congregación para la Doctrinade la Fe, este documento afirma que el suicidio y el suicidio asistido rechazan la soberanía de Dios y su plan amoroso para cada persona.
3. Samaritanus Bonus (2020): Refuerza la postura de la Iglesia al enfatizar la importanciade acompañar a los moribundos con amor y cuidado, sin apresurar su muerte. La Iglesia también reconoce que el sufrimiento psicológico o la enfermedad mental puedendisminuir la culpabilidad personal en casos de suicidio. Si bien el acto sigue siendogravemente incorrecto, se brinda atención pastoral y compasión, a la luz de la enseñanzade la Iglesia, a quienes se ven afectados.
Las instituciones católicas de atención médica aplican las enseñanzas de la Iglesia sobre elsuicidio asistido mediante una combinación de políticas éticas, atención compasiva y apoyoespiritual.
1. Prohibición del suicidio asistido y la eutanasia: Los hospitales y centros de atencióncatólicos no permiten ninguna forma de suicidio asistido ni eutanasia. El personal tiene la obligación ética de abstenerse de participar en estos procedimientos o de derivarpacientes a ellos.
2. Directrices éticas: Las instituciones siguen las “Directrices Éticas y Religiosas para losServicios de Atención Médica Católicos”, publicadas por la Conferencia de ObisposCatólicos de los Estados Unidos. Estas directrices orientan las decisiones clínicas, asegurando que se ajusten a la teología moral católica.
3. Énfasis en los cuidados paliativos y la atención al final de la vida:
a. Control del dolor: Los centros católicos priorizan el alivio intensivo del dolor y el control de los síntomas, incluso si dicho tratamiento pudiera acortar la vida de forma involuntaria; esto es moralmente aceptable según el principio del doble efecto.
b. Servicios de cuidados paliativos: Muchas instituciones católicas ofrecencuidados paliativos que se centran en el confort, la dignidad y el apoyo emocionalpara los pacientes y sus familias.
c. Rechazo de medios extraordinarios: Los pacientes pueden rechazar tratamientosexcesivamente gravosos o desproporcionados que prolonguen la vida sin unaesperanza razonable de recuperación. Esto se considera moralmente permisible.
4. Apoyo espiritual y emocional:
a. Servicios de capellanía: Los hospitales católicos brindan atención espiritual a través de capellanes, sacramentos (como la Unción de los Enfermos) y acompañamiento pastoral.
b. Participación familiar: Se anima a las familias a participar en las decisiones al final de la vida, guiadas por la fe y la ética.
En Nueva Jersey, la “Ley de Asistencia Médica para Morir para Enfermos Terminales” entró envigor el 1 de agosto de 2019, lo que convierte a Nueva Jersey en uno de los once estados de EE. UU., además del Distrito de Columbia, que permiten la asistencia médica para morir. Si bien las condiciones para su legalidad son estrictas, la ley es, sin embargo, un claro ejemplo de algo que es legal pero no moral. El suicidio médicamente asistido socava la relación médico-paciente y contraviene el juramento hipocrático del médico como sanador.
Aunque la situación de los enfermos terminales es muy difícil y emocionalmente agotadora para quienes los aman, nuestra fe católica exige que respondamos de una manera que respete la santidad y la dignidad de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural.
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En una reciente reunión de la Conferencia Católica de Nueva Jersey, uno de los obispos del estado planteó la cuestión de la enseñanza de la Iglesia sobre el suicidio asistido. Si bien muchosestán familiarizados con esta enseñanza, vale la pena revisarla, especialmente ahora que finalizael Mes del Respeto a la Vida.
La enseñanza oficial de la Iglesia Católica se opone inequívocamente al suicidio asistido y a la eutanasia. La postura de la Iglesia se basa en los siguientes principios:
1. Santidad de la vida: La vida humana se considera un don sagrado de Dios. Nadie tieneel derecho moral de poner fin intencionadamente a una vida humana inocente, ni siquieraa la propia.
2. Inaceptabilidad moral: La Iglesia enseña que el suicidio asistido y la eutanasia son moralmente inaceptables porque implican la eliminación deliberada de una vida, lo cualse considera una grave violación de la dignidad humana y de la ley divina.
3. Dignidad en el sufrimiento: Si bien la Iglesia reconoce la realidad del sufrimiento, enfatiza la atención compasiva, los cuidados paliativos y el apoyo espiritual —y no la aceleración de la muerte— como la respuesta adecuada.
La enseñanza de la Iglesia se encuentra en estos documentos clave:
1. Catecismo de la Iglesia Católica (2277): La eutanasia directa, independientemente del motivo, es moralmente inaceptable. La define como un asesinato y una grave ofensacontra la dignidad de la persona humana.
2. Declaración sobre la Eutanasia (1980): Publicada por la Congregación para la Doctrinade la Fe, este documento afirma que el suicidio y el suicidio asistido rechazan la soberanía de Dios y su plan amoroso para cada persona.
3. Samaritanus Bonus (2020): Refuerza la postura de la Iglesia al enfatizar la importanciade acompañar a los moribundos con amor y cuidado, sin apresurar su muerte. La Iglesia también reconoce que el sufrimiento psicológico o la enfermedad mental puedendisminuir la culpabilidad personal en casos de suicidio. Si bien el acto sigue siendogravemente incorrecto, se brinda atención pastoral y compasión, a la luz de la enseñanzade la Iglesia, a quienes se ven afectados.
Las instituciones católicas de atención médica aplican las enseñanzas de la Iglesia sobre elsuicidio asistido mediante una combinación de políticas éticas, atención compasiva y apoyoespiritual.
1. Prohibición del suicidio asistido y la eutanasia: Los hospitales y centros de atencióncatólicos no permiten ninguna forma de suicidio asistido ni eutanasia. El personal tiene la obligación ética de abstenerse de participar en estos procedimientos o de derivarpacientes a ellos.
2. Directrices éticas: Las instituciones siguen las “Directrices Éticas y Religiosas para losServicios de Atención Médica Católicos”, publicadas por la Conferencia de ObisposCatólicos de los Estados Unidos. Estas directrices orientan las decisiones clínicas, asegurando que se ajusten a la teología moral católica.
3. Énfasis en los cuidados paliativos y la atención al final de la vida:
a. Control del dolor: Los centros católicos priorizan el alivio intensivo del dolor y el control de los síntomas, incluso si dicho tratamiento pudiera acortar la vida de forma involuntaria; esto es moralmente aceptable según el principio del doble efecto.
b. Servicios de cuidados paliativos: Muchas instituciones católicas ofrecencuidados paliativos que se centran en el confort, la dignidad y el apoyo emocionalpara los pacientes y sus familias.
c. Rechazo de medios extraordinarios: Los pacientes pueden rechazar tratamientosexcesivamente gravosos o desproporcionados que prolonguen la vida sin unaesperanza razonable de recuperación. Esto se considera moralmente permisible.
4. Apoyo espiritual y emocional:
a. Servicios de capellanía: Los hospitales católicos brindan atención espiritual a través de capellanes, sacramentos (como la Unción de los Enfermos) y acompañamiento pastoral.
b. Participación familiar: Se anima a las familias a participar en las decisiones al final de la vida, guiadas por la fe y la ética.
En Nueva Jersey, la “Ley de Asistencia Médica para Morir para Enfermos Terminales” entró envigor el 1 de agosto de 2019, lo que convierte a Nueva Jersey en uno de los once estados de EE. UU., además del Distrito de Columbia, que permiten la asistencia médica para morir. Si bien las condiciones para su legalidad son estrictas, la ley es, sin embargo, un claro ejemplo de algo que es legal pero no moral. El suicidio médicamente asistido socava la relación médico-paciente y contraviene el juramento hipocrático del médico como sanador.
Aunque la situación de los enfermos terminales es muy difícil y emocionalmente agotadora para quienes los aman, nuestra fe católica exige que respondamos de una manera que respete la santidad y la dignidad de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural.
