Peregrinos celebran la tradición y la fe mientras llevan antorchas de Guadalupe a casa
December 6, 2023 at 4:17 p.m.
En medio de bailes con música de mariachi e himnos junto a coloridas carrozas adornadas con flores e imágenes de Nuestra Señora de Guadalupe y la Sagrada Eucaristía, brilló el inconfundible amor y devoción de las familias, adolescentes y grupos parroquiales que se reunieron para la octava peregrinación diocesana anual en honor a Nuestra Señora de Guadalupe.
FOTOS: Procesión de la Antorcha de Guadalupe
FOTOS: Misa de clausura
La escena animada y festiva que se desarrolló en las calles del centro de Lakewood el 2 de Diciembre marcó la culminación de la serie de encendidos de antorchas, o Las Antorchas Guadalupanas, que comenzaron hace casi seis semanas en toda la Diócesis. Desde principios de Noviembre, antorchas en honor a Nuestra Señora de Guadalupe han estado viajando a las parroquias de cada condado de la Diócesis para fomentar experiencias de oración comunitaria y cultural.
“Este es un evento importante para la Diócesis”, dijo Mario Monfil durante la peregrinación a pie celebrada en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe. La peregrinación comenzó temprano en la mañana en los terrenos de la iglesia parroquial de Santa María del Lago y viajó 3,5 millas hasta la Capilla de la Sagrada Familia, donde Mons. Thomas N. Gervasio, vicario general diocesano, celebró la Misa.
“Cada año hay más gente que asiste”, dijo Monfil, miembro de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, que participa por tercera vez en la peregrinación. Señaló que sus principales razones para participar fueron su herencia Mexicana y su devoción a Nuestra Señora de Guadalupe, algo que aprendió de sus padres.
“Me dijeron desde pequeño que debía creer en ella, y creo en ella”, afirmó. “Me siento orgulloso de ser Mexicano y la amo”.
Experiencia Unificadora
Wilson Guzhnay de la parroquia de San Antonio de Padua, Hightstown, quien ha asistido a la peregrinación numerosas veces durante los primeros años en Trenton y los últimos años en Lakewood, considera que es “algo increíblemente positivo… motiva a mucha gente. ... Las calles están llenas de gente trabajando junta”. Señaló que sus contribuciones a la peregrinación incluyeron ayudar a decorar una carroza y animar a la gente a asistir.
“Soy devoto de ella”, dijo Guzhnay sobre Nuestra Señora de Guadalupe. “Le estoy agradecido por todo lo que ha hecho”.
Una vez en la Capilla de la Sagrada Familia de Lakewood, los bancos se llenaron rápidamente de peregrinos de todas las edades. Antes de que comenzara la Misa, se llevaron más de 20 antorchas por el pasillo y se colocaron en soportes frente al santuario. Los nombres de los portadores de la antorcha y la parroquia, escuela u organización que representaban fueron nombrados por Mateo Greeley, miembro de la parroquia St. Ann y miembro de la facultad de la escuela secundaria Notre Dame, Lawrenceville.
Mons. Gervasio, en su bienvenida, dijo estar encantado “de regresar una vez más a esta hermosa celebración de la cultura, de amor y devoción al Señor y a su Santísima Madre.
“Traigo conmigo los saludos y los mejores deseos de nuestro Obispo [David M. O’Connell, C.M.], a quien tengo el honor de representar”, dijo Mons. Gervasio.
En su homilía, el Padre Javier Díaz, párroco de la Parroquia Cristo Rey, Long Branch, reflexionó sobre el tema de la unidad y los símbolos de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Ella nos mira”, dijo. Luego en inglés añadió que la imagen muestra a la madre “mirándonos.”
Refiriéndose a los ojos de la Santísima Madre y sus manos juntas en oración, el Padre Díaz agregó: “Ella nos está dando un regalo. Ese regalo que conocemos es su hijo, Jesús.
“Nuestra Señora de Guadalupe nos conecta con el Dios verdadero, por quien viviremos”, dijo.
Difundiendo el Amor de Dios
Josué Arriola, director del Departamento Diocesano de Evangelización y Vida Familiar, se refirió a la homilía del Padre Díaz al hablar sobre la importancia de las Antorchas de Guadalupe como una larga tradición de evangelización en la Diócesis.
“El objetivo es llevar el mensaje de la Santísima Madre a la gente, (un mensaje) sobre nosotros entregando a Jesús nuestros corazones”, dijo.
"No mucha gente conoce el mensaje", dijo. “Saben que ella solicitó un templo, y el motivo fue porque quería darnos a su hijo. Ella no solo solicitó un templo físico, sino que también solicita un templo en nuestros corazones.
“Fuimos creados por una razón: para ser felices”, dijo Arriola, “y la felicidad no es algo, es alguien. Es Jesucristo. En otras palabras, todos quieren a Jesús en sus corazones y ella quiere dárnoslo. Este es su mensaje”.
Un Evento Para Todos
Originaria de México, Antonia Morán de la Parroquia Madre de la Misericordia, Asbury Park, coincidió en que la peregrinación sirve como una herramienta de evangelización y puede ser “algo que podamos llevar al mundo y a la gente sobre lo que sentimos por Dios y la Virgen María”. .”
Agregó que si bien le alegró ver la gran cantidad de niños participando, espera que ese número aumente.
“Es hermoso ver a los niños en las carrozas… envía un mensaje fuerte… esto no es sólo para los mexicanos, es para todos”, dijo.
Maribel Luna Jiménez de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe expresó sus emociones al hablar de asistir a la peregrinación con su madre y su hija.
“Soy de México y la Virgen apareció en nuestro país. Es un honor para mí seguirla en todos los lugares del mundo”, dijo Jiménez. Añadió que experimentar la tradición y la devoción en la Diócesis de Trenton y “en un país que no es el nuestro, nos ayuda a no sentirnos solos”.
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En medio de bailes con música de mariachi e himnos junto a coloridas carrozas adornadas con flores e imágenes de Nuestra Señora de Guadalupe y la Sagrada Eucaristía, brilló el inconfundible amor y devoción de las familias, adolescentes y grupos parroquiales que se reunieron para la octava peregrinación diocesana anual en honor a Nuestra Señora de Guadalupe.
FOTOS: Procesión de la Antorcha de Guadalupe
FOTOS: Misa de clausura
La escena animada y festiva que se desarrolló en las calles del centro de Lakewood el 2 de Diciembre marcó la culminación de la serie de encendidos de antorchas, o Las Antorchas Guadalupanas, que comenzaron hace casi seis semanas en toda la Diócesis. Desde principios de Noviembre, antorchas en honor a Nuestra Señora de Guadalupe han estado viajando a las parroquias de cada condado de la Diócesis para fomentar experiencias de oración comunitaria y cultural.
“Este es un evento importante para la Diócesis”, dijo Mario Monfil durante la peregrinación a pie celebrada en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe. La peregrinación comenzó temprano en la mañana en los terrenos de la iglesia parroquial de Santa María del Lago y viajó 3,5 millas hasta la Capilla de la Sagrada Familia, donde Mons. Thomas N. Gervasio, vicario general diocesano, celebró la Misa.
“Cada año hay más gente que asiste”, dijo Monfil, miembro de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, que participa por tercera vez en la peregrinación. Señaló que sus principales razones para participar fueron su herencia Mexicana y su devoción a Nuestra Señora de Guadalupe, algo que aprendió de sus padres.
“Me dijeron desde pequeño que debía creer en ella, y creo en ella”, afirmó. “Me siento orgulloso de ser Mexicano y la amo”.
Experiencia Unificadora
Wilson Guzhnay de la parroquia de San Antonio de Padua, Hightstown, quien ha asistido a la peregrinación numerosas veces durante los primeros años en Trenton y los últimos años en Lakewood, considera que es “algo increíblemente positivo… motiva a mucha gente. ... Las calles están llenas de gente trabajando junta”. Señaló que sus contribuciones a la peregrinación incluyeron ayudar a decorar una carroza y animar a la gente a asistir.
“Soy devoto de ella”, dijo Guzhnay sobre Nuestra Señora de Guadalupe. “Le estoy agradecido por todo lo que ha hecho”.
Una vez en la Capilla de la Sagrada Familia de Lakewood, los bancos se llenaron rápidamente de peregrinos de todas las edades. Antes de que comenzara la Misa, se llevaron más de 20 antorchas por el pasillo y se colocaron en soportes frente al santuario. Los nombres de los portadores de la antorcha y la parroquia, escuela u organización que representaban fueron nombrados por Mateo Greeley, miembro de la parroquia St. Ann y miembro de la facultad de la escuela secundaria Notre Dame, Lawrenceville.
Mons. Gervasio, en su bienvenida, dijo estar encantado “de regresar una vez más a esta hermosa celebración de la cultura, de amor y devoción al Señor y a su Santísima Madre.
“Traigo conmigo los saludos y los mejores deseos de nuestro Obispo [David M. O’Connell, C.M.], a quien tengo el honor de representar”, dijo Mons. Gervasio.
En su homilía, el Padre Javier Díaz, párroco de la Parroquia Cristo Rey, Long Branch, reflexionó sobre el tema de la unidad y los símbolos de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Ella nos mira”, dijo. Luego en inglés añadió que la imagen muestra a la madre “mirándonos.”
Refiriéndose a los ojos de la Santísima Madre y sus manos juntas en oración, el Padre Díaz agregó: “Ella nos está dando un regalo. Ese regalo que conocemos es su hijo, Jesús.
“Nuestra Señora de Guadalupe nos conecta con el Dios verdadero, por quien viviremos”, dijo.
Difundiendo el Amor de Dios
Josué Arriola, director del Departamento Diocesano de Evangelización y Vida Familiar, se refirió a la homilía del Padre Díaz al hablar sobre la importancia de las Antorchas de Guadalupe como una larga tradición de evangelización en la Diócesis.
“El objetivo es llevar el mensaje de la Santísima Madre a la gente, (un mensaje) sobre nosotros entregando a Jesús nuestros corazones”, dijo.
"No mucha gente conoce el mensaje", dijo. “Saben que ella solicitó un templo, y el motivo fue porque quería darnos a su hijo. Ella no solo solicitó un templo físico, sino que también solicita un templo en nuestros corazones.
“Fuimos creados por una razón: para ser felices”, dijo Arriola, “y la felicidad no es algo, es alguien. Es Jesucristo. En otras palabras, todos quieren a Jesús en sus corazones y ella quiere dárnoslo. Este es su mensaje”.
Un Evento Para Todos
Originaria de México, Antonia Morán de la Parroquia Madre de la Misericordia, Asbury Park, coincidió en que la peregrinación sirve como una herramienta de evangelización y puede ser “algo que podamos llevar al mundo y a la gente sobre lo que sentimos por Dios y la Virgen María”. .”
Agregó que si bien le alegró ver la gran cantidad de niños participando, espera que ese número aumente.
“Es hermoso ver a los niños en las carrozas… envía un mensaje fuerte… esto no es sólo para los mexicanos, es para todos”, dijo.
Maribel Luna Jiménez de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe expresó sus emociones al hablar de asistir a la peregrinación con su madre y su hija.
“Soy de México y la Virgen apareció en nuestro país. Es un honor para mí seguirla en todos los lugares del mundo”, dijo Jiménez. Añadió que experimentar la tradición y la devoción en la Diócesis de Trenton y “en un país que no es el nuestro, nos ayuda a no sentirnos solos”.