Dios planta una semilla en cada persona; ayúdenla a florecer, dice el Papa a capellanes
December 6, 2023 at 1:44 a.m.
CIUDAD DEL VATICANO CNS – Sean valientes en el cuidado y acompañamiento de los demás, ayudándoles a soñar en grande, cultivando sus dones únicos para que florezcan, dijo el Papa Francisco a los capellanes universitarios y agentes de pastoral.
"La labor educativa es una verdadera misión en la que se acoge a las personas y a las situaciones con todas sus luces y sombras – también sus sombras – con una especie de amor 'paternal'", dijo el Papa.
"Esto facilita el crecimiento de lo que Dios ha sembrado dentro de cada persona de forma única e irrepetible", dijo el 24 de noviembre en una audiencia en el Vaticano con personas que participaban en una conferencia sobre la atención pastoral en las universidades católicas, patrocinada por el Dicasterio para la Cultura y la Educación.
El Papa Francisco les dijo que tenía "tres actitudes que considero importantes para su servicio: apreciar las diferencias, acompañar con cuidado y actuar con valentía".
"Hay que acompañar a cada persona tal y como es, y es ahí donde comienza el diálogo, el camino y el progreso", dijo, explicando la importancia de ver y apreciar las diferentes cualidades de las personas con paciencia, apertura y creatividad.
Como dijo el profeta Isaías, Dios "crea el resplandor del sol, pero no desprecia la luz vacilante de 'una mecha tenuemente encendida'", refiriéndose a aceptar las "luces y sombras" de las personas con amor, dijo el Papa.
"Creer en la vitalidad de las semillas que Dios siembra", dijo, significa acompañar y cuidar "lo que silenciosamente crece y sale a la luz en los, a veces, confusos pensamientos, deseos y afectos de los jóvenes que les han sido confiados".
"Su actitud tiene que ser algo más que apologética, de preguntas y respuestas, de prohibiciones: no tengan miedo de enfrentar a esas realidades", dijo.
Hay "ciertas corrientes ideológicas dentro de la Iglesia, en las que se acaba reduciendo a las personas a una figura plana, sin matices" y sin las "aristas", las "sombras", la amplitud y la profundidad de los individuos reales, dijo.
La uniformidad no hace florecer a las personas, afirmó. "Si valoramos sabiamente a una persona por lo que es, podemos convertirla en una obra de arte".
Jesús mismo "nos enseña el arte de cuidar" y "cómo sacar lo mejor de sus criaturas, cuidando lo que hay de más frágil e imperfecto en ellas", dijo el Papa.
"Cuiden de todos ellos, sin buscar resultados inmediatos, pero con la esperanza cierta de que, cuando acompañan a los jóvenes y rezan por ellos, surgen los milagros", dijo.
El Papa también animó a su audiencia a "actuar con valentía", ya que "alimentar la alegría del Evangelio en el ambiente universitario es una empresa ciertamente apasionante pero exigente", que requiere valentía y asumir riesgos.
"Cuando no se arriesga, no hay fecundidad: es una regla", dijo.
Les dijo que hicieran todo lo posible para ayudar a los jóvenes a "soñar a lo grande, aspirando a las proporciones de Cristo: a la altura, amplitude y profundidad de su amor".
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CIUDAD DEL VATICANO CNS – Sean valientes en el cuidado y acompañamiento de los demás, ayudándoles a soñar en grande, cultivando sus dones únicos para que florezcan, dijo el Papa Francisco a los capellanes universitarios y agentes de pastoral.
"La labor educativa es una verdadera misión en la que se acoge a las personas y a las situaciones con todas sus luces y sombras – también sus sombras – con una especie de amor 'paternal'", dijo el Papa.
"Esto facilita el crecimiento de lo que Dios ha sembrado dentro de cada persona de forma única e irrepetible", dijo el 24 de noviembre en una audiencia en el Vaticano con personas que participaban en una conferencia sobre la atención pastoral en las universidades católicas, patrocinada por el Dicasterio para la Cultura y la Educación.
El Papa Francisco les dijo que tenía "tres actitudes que considero importantes para su servicio: apreciar las diferencias, acompañar con cuidado y actuar con valentía".
"Hay que acompañar a cada persona tal y como es, y es ahí donde comienza el diálogo, el camino y el progreso", dijo, explicando la importancia de ver y apreciar las diferentes cualidades de las personas con paciencia, apertura y creatividad.
Como dijo el profeta Isaías, Dios "crea el resplandor del sol, pero no desprecia la luz vacilante de 'una mecha tenuemente encendida'", refiriéndose a aceptar las "luces y sombras" de las personas con amor, dijo el Papa.
"Creer en la vitalidad de las semillas que Dios siembra", dijo, significa acompañar y cuidar "lo que silenciosamente crece y sale a la luz en los, a veces, confusos pensamientos, deseos y afectos de los jóvenes que les han sido confiados".
"Su actitud tiene que ser algo más que apologética, de preguntas y respuestas, de prohibiciones: no tengan miedo de enfrentar a esas realidades", dijo.
Hay "ciertas corrientes ideológicas dentro de la Iglesia, en las que se acaba reduciendo a las personas a una figura plana, sin matices" y sin las "aristas", las "sombras", la amplitud y la profundidad de los individuos reales, dijo.
La uniformidad no hace florecer a las personas, afirmó. "Si valoramos sabiamente a una persona por lo que es, podemos convertirla en una obra de arte".
Jesús mismo "nos enseña el arte de cuidar" y "cómo sacar lo mejor de sus criaturas, cuidando lo que hay de más frágil e imperfecto en ellas", dijo el Papa.
"Cuiden de todos ellos, sin buscar resultados inmediatos, pero con la esperanza cierta de que, cuando acompañan a los jóvenes y rezan por ellos, surgen los milagros", dijo.
El Papa también animó a su audiencia a "actuar con valentía", ya que "alimentar la alegría del Evangelio en el ambiente universitario es una empresa ciertamente apasionante pero exigente", que requiere valentía y asumir riesgos.
"Cuando no se arriesga, no hay fecundidad: es una regla", dijo.
Les dijo que hicieran todo lo posible para ayudar a los jóvenes a "soñar a lo grande, aspirando a las proporciones de Cristo: a la altura, amplitude y profundidad de su amor".