ROMA CNS – "Todavía estoy vivo", bromeó el Papa Francisco a los periodistas que le preguntaron cómo se encontraba al salir del hospital Gemelli de Roma el 1 de abril.

El Papa, de 86 años, quien estuvo hospitalizado desde el 29 de marzo por una bronquitis, detuvo su coche y salió a saludar a simpatizantes y periodistas que le esperaban fuera del hospital.

Abrazó a una madre sollozante, cuya hija había muerto la noche anterior. También se acercó al padre y, cogiéndoles de la mano, rezó con ellos. El Papa trazó una cruz en la frente de cada uno de ellos y les dio un beso en la mejilla.

Los periodistas presentes dijeron que también firmó el yeso de un niño que dijo haberse roto el brazo jugando al fútbol.

Antes de regresar al Vaticano, se detuvo a rezar en la Basílica de Santa María la Mayor, una parada que hace antes y después de cada viaje al extranjero y que también hizo en julio de 2021 tras someterse a una operación de colon en el Gemelli.

"Deteniéndose ante el icono de María, 'Salus Populi Romani', le encomendó en oración a los niños que conoció ayer en las salas de oncología pediátrica y neurocirugía infantil del hospital, a todos los enfermos y a los que sufren por la enfermedad y la pérdida de sus seres queridos", informó la oficina de prensa del Vaticano.

Al saludar a los periodistas a la salida del hospital, el Papa Francisco les dijo: "Sé que algunos de vosotros han pasado aquí la noche, es demasiado. Pero gracias, gracias por su trabajo de mantener informada a la gente".

Un reportero de CNN preguntó al Papa si se asustó el 29 de marzo cuando experimentó dificultad para respirar, que fue la explicación que dio el Vaticano de por qué fue al hospital.

El Papa negó con la cabeza y dijo que la pregunta le recordaba algo que "un anciano, mayor que yo, me dijo en una situación similar: 'Padre, no he visto la muerte, pero la he visto venir y es fea'".

El corresponsal de la CNN también señaló que el Papa no pasó todo el tiempo en el hospital descansando, sino que visitó a niños en la sala de oncología e incluso bautizó a un bebé que estaba en el hospital para hacerse pruebas.

"Pero eso es lo más hermoso", respondió el Papa Francisco. "Soy sacerdote. Lo más hermoso es ser sacerdote".

Durante su estancia en el hospital, el Papa fue tratado con antibióticos intravenosos para su bronquitis; el Vaticano dijo que dio negativo en la prueba de COVID-19.

Confirmando lo que había dicho Matteo Bruni, jefe de la oficina de prensa del Vaticano, el Papa Francisco dijo a los periodistas que estaría en la Misa del Domingo de Ramos el 2 de abril en la Plaza de San Pedro.

También dijo a los periodistas que durmieran un poco antes de que comenzaran las liturgias de Semana Santa.