El 2 de octubre del 2022 es el Domingo del Respeto por la Vida y comienza el Mes del Respeto por la Vida en la Iglesia Católica de los Estados Unidos y aquí en la Diócesis de Trenton. Este año, el tema elegido para esta celebración anual por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos es "Respeta la vida: Llamados a Servir a las Madres Necesitadas”.

Como Obispo de la Diócesis de Trenton, me complace compartir con ustedes esta reflexión de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos:

Nuestra Santísima Madre modela un profundo testimonio del amor y la vida en el relato del Evangelio de la Visitación. El Evangelio de Lucas nos dice que, cuando María se entera que su prima Isabel está embarazada, viaja a la región montañosa "a toda prisa" (Lc 1:39). A pesar de estar embarazada inesperadamente, María responde a esta noticia con urgencia.

Emprende un viaje largo, y quizá difícil para estar con su prima durante su tiempo de necesidad, llevando a Cristo hacia ella mientras él yacía tranquilamente escondido en el vientre de María. Y, aunque Jesús está oculto a la vista, cuando María llega por primera vez, Juan el Bautista salta de alegría en el vientre de Isabel, reconociendo la presencia de Cristo (Lc 1:44). María, con Jesús, pasa los próximos tres meses al lado de Isabel.

El testimonio de nuestra Santísima Madre nos invita a ser más conscientes de las necesidades de las madres embarazadas y madres criando en nuestras propias parroquias y comunidades. Una mujer con un embarazo inesperado puede tener cualquier cantidad de temores y desafíos: enfrentar el juicio de sus amigos y familiares, perder su trabajo o vivienda, o ser abandonada por el padre de su hijo.

Siguiendo el ejemplo de María, podemos preguntarnos cómo conocer mejor a estas madres, escucharlas, buscar la comprensión y ayudarlas a obtener lo esencial de la vida para ellas y sus hijos. ¿Cómo podemos, como la Santísima Madre, apoyar amorosamente a las madres en la acogida y el cuidado del don de la vida de Dios? A lo largo de toda la Escritura, las palabras de María son pocas. Sin embargo, en su sagrado encuentro con Elizabeth, una poderosa declaración brota de sus labios. María proclama a todas las generaciones que el Señor levanta a los humildes, llena a los hambrientos de cosas buenas y recuerda su promesa de misericordia de generación en generación (Lc 1:46-56). Tanto en palabras como en hechos, María pronuncia un mensaje de esperanza, no solo a Isabel, sino también a todas las madres necesitadas y a cada uno de nosotros.

El testimonio de María es una invitación a salir con amor y compasión. Es un mandato para apresurarse a ayudar a las mujeres vulnerables que pueden estar aisladas y solas. Al hacerlo, nosotros también podemos llevar a Cristo dentro de nosotros y ayudar a otros a experimentar su presencia.

Inspirados por el ejemplo de la Santísima Madre y guiados por el Espíritu Santo, podamos ofrecer la presencia y el amor de Cristo a las madres en su momento de necesidad a través de nuestro constante servicio y apoyo.

Las madres embarazadas y necesitadas están en nuestras parroquias y vecindarios. Como nos recuerda el Papa Francisco, nuestras parroquias deben ser "islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia". Las parroquias de la diócesis deben saber a dónde remitir a una mujer embarazada necesitada. Inspirados por San Juan Pablo II para evaluar nuestros esfuerzos en la construcción de una cultura de la vida, la intención de caminar con madres necesitadas es aumentar nuestro alcance a las mujeres embarazadas y madres criando que enfrentan dificultades.

El año pasado, el Sínodo Diocesano centró nuestra atención en "caminando juntos". Unamos nuestras manos y corazones con "Mamás necesitadas" y "caminen" con ellas.

Para obtener más información sobre la iniciativa de la USCCB "Camina con Madres Necesitadas", visite: www.usccb.org/prolife/walking-moms-need

Para obtener más información sobre los recursos disponibles en la Diócesis de Trenton, visite: www.dioceseoftrenton.org/respect-life-ministry