Nosotros los obispos católicos de Nueva Jersey expresamos nuestro más sentido agradecimiento por el fallo del Tribunal supremo sobre el caso Dobbs V. Jackson Women’s Health Organization (Organización de salud de la mujer). Esta decisión pone fin a un capitulo muy oscuro en la historia norteamericana y ahora es momento para que nuestra nación siga adelante para sanar las heridas y divisiones sociales. 

Como el mayor proveedor de servicios sociales privado en el mundo, la Iglesia católica ofrece muchos programas que apuestan por la vida. Desde centros para embarazadas hasta numerosos programas que ofrecen vestimenta, alimento, vivienda y acceso a otras necesidades básicas, la Iglesia católica permanece firme para auxiliar a cada madre o que se esté preparando para dar a luz. 

Tristemente, sabemos que algunos utilizarán esta reciente decisión para enardecer y profundizar aun más la brecha social en nuestra nación. Si bien nunca debemos vacilar en trabajar para garantizar que nuestras leyes protejan la dignidad de toda vida humana, no podemos hacerlo de manera que menosprecie a aquellos que puedan estar en desacuerdo con nosotros. 

Por lo tanto, hacemos un llamado a todos los católicos y personas de buena voluntad, a que sean instrumentos de paz y misericordia y no de juicio, condena ni violencia. 

Confiando en el cuidado providencial de nuestro Padre celestial y por intercesión de María, nuestra madre santísima, imploramos por paz en nuestras comunidades y fortaleza para construir una sociedad en donde toda mujer cuente con el apoyo y los recursos que ella necesite para traer a su hijo a este mundo con amor.