Papa a jóvenes: El Señor siempre los espera
April 13, 2021 at 5:16 p.m.
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – La fe es un don que nunca se impone a nadie, sino que debe aceptarse con el corazón abierto, escribió el papa Francisco a los jóvenes.
"Si lo piensas, es muy hermoso y muy respetuoso con nuestra libertad", escribió el papa a los jóvenes en el prólogo de un nuevo libro. La fe "es un don que hay que desear".
"Tal vez has buscado al Señor y no lo has encontrado, pero déjame preguntarte algo: ¿Qué tan fuerte era tu deseo?", escribió el papa. "Búscalo con toda la pasión de tu corazón, reza, pide, invoca, clama y él se dejará encontrar como ha prometido".
En forma de carta a "mi joven amigo que busca", el prólogo del papa Francisco es la introducción de un libro en italiano del cardenal Raniero Cantalamessa sobre san Francisco de Asís como lo describió el hermano Pacífico, un afamado poeta que se convirtió en uno de los primeros hombres en unirse a san Francisco tras conocerlo a principios del siglo XIII.
El libro "Francisco: El loco de Dios", sale a la venta el 9 de abril. Avvenire, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana, publicó el prólogo del papa el 7 de abril.
Cuando el hermano Pacífico, entonces conocido como Guillermo de Lisciano, conoció a san Francisco "vio el esplendor de su santidad y a través de él vio la belleza del rostro de Dios", escribió el papa Francisco. "Lo que siempre buscó, finalmente lo encontró y lo halló gracias a un hombre santo".
En su Sermón de la Montaña, Jesús le dijo a la multitud: "Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá la puerta".
"Son palabras fuertes", escribió el papa. "Pero podemos preguntarnos: ¿Debemos tomarlas en serio? Si pido al Señor, ¿escucha realmente mi petición? Si lo busco, ¿lo encontraré? Si llamo, ¿me abrirá la puerta?".
Son preguntas comprensibles e importantes, dijo el papa, especialmente cuando uno mira a su alrededor y ve cuántas personas "llaman a las puertas del cielo y no escuchan más que el silencio del otro lado".
Una línea del Libro de Jeremías puede tener la clave, continuó. Dice: "Cuando me busques, me encontrarás. Sí, cuando me busques con todo tu corazón, dejaré que me encuentres".
"Dios se deja encontrar, sí, pero sólo por aquellos que lo buscan con todo su corazón", escribió el papa. "Abran los Evangelios; lean los encuentros de Jesús con las personas que acudían a él y verán" que cumplía los deseos de quienes – como la viuda insistente o el pecador arrepentido o el leproso necesitado de curación – buscaban a Jesús con un impulso único.
"El que busca encuentra si lo hace de todo corazón, si para esa persona el Señor es tan vital como el agua en el desierto, como la tierra para la semilla o el sol para la flor", escribió el papa Francisco.
Dios nunca ha dejado de esperar que la gente le abra su corazón, dijo el papa.
"Y, tal vez, hoy hace oír su voz más que ayer", escribió. "Si sólo bajas el volumen de otros sonidos y subes el de tus deseos más profundos, lo escucharás fuerte y claro dentro de ti y a tu alrededor".
Dios también sigue llamando a las personas para que le dediquen su vida, dijo el papa. "Si tuvieras el valor de dejar tus seguridades y abrirte a él, te abrirá un mundo nuevo y tú, a su vez, te convertirás en una luz para los demás".
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"Si lo piensas, es muy hermoso y muy respetuoso con nuestra libertad", escribió el papa a los jóvenes en el prólogo de un nuevo libro. La fe "es un don que hay que desear".
"Tal vez has buscado al Señor y no lo has encontrado, pero déjame preguntarte algo: ¿Qué tan fuerte era tu deseo?", escribió el papa. "Búscalo con toda la pasión de tu corazón, reza, pide, invoca, clama y él se dejará encontrar como ha prometido".
En forma de carta a "mi joven amigo que busca", el prólogo del papa Francisco es la introducción de un libro en italiano del cardenal Raniero Cantalamessa sobre san Francisco de Asís como lo describió el hermano Pacífico, un afamado poeta que se convirtió en uno de los primeros hombres en unirse a san Francisco tras conocerlo a principios del siglo XIII.
El libro "Francisco: El loco de Dios", sale a la venta el 9 de abril. Avvenire, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana, publicó el prólogo del papa el 7 de abril.
Cuando el hermano Pacífico, entonces conocido como Guillermo de Lisciano, conoció a san Francisco "vio el esplendor de su santidad y a través de él vio la belleza del rostro de Dios", escribió el papa Francisco. "Lo que siempre buscó, finalmente lo encontró y lo halló gracias a un hombre santo".
En su Sermón de la Montaña, Jesús le dijo a la multitud: "Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá la puerta".
"Son palabras fuertes", escribió el papa. "Pero podemos preguntarnos: ¿Debemos tomarlas en serio? Si pido al Señor, ¿escucha realmente mi petición? Si lo busco, ¿lo encontraré? Si llamo, ¿me abrirá la puerta?".
Son preguntas comprensibles e importantes, dijo el papa, especialmente cuando uno mira a su alrededor y ve cuántas personas "llaman a las puertas del cielo y no escuchan más que el silencio del otro lado".
Una línea del Libro de Jeremías puede tener la clave, continuó. Dice: "Cuando me busques, me encontrarás. Sí, cuando me busques con todo tu corazón, dejaré que me encuentres".
"Dios se deja encontrar, sí, pero sólo por aquellos que lo buscan con todo su corazón", escribió el papa. "Abran los Evangelios; lean los encuentros de Jesús con las personas que acudían a él y verán" que cumplía los deseos de quienes – como la viuda insistente o el pecador arrepentido o el leproso necesitado de curación – buscaban a Jesús con un impulso único.
"El que busca encuentra si lo hace de todo corazón, si para esa persona el Señor es tan vital como el agua en el desierto, como la tierra para la semilla o el sol para la flor", escribió el papa Francisco.
Dios nunca ha dejado de esperar que la gente le abra su corazón, dijo el papa.
"Y, tal vez, hoy hace oír su voz más que ayer", escribió. "Si sólo bajas el volumen de otros sonidos y subes el de tus deseos más profundos, lo escucharás fuerte y claro dentro de ti y a tu alrededor".
Dios también sigue llamando a las personas para que le dediquen su vida, dijo el papa. "Si tuvieras el valor de dejar tus seguridades y abrirte a él, te abrirá un mundo nuevo y tú, a su vez, te convertirás en una luz para los demás".