El deber Pascual de los católicos: Un precepto de la Iglesia
April 9, 2021 at 3:05 p.m.
Además de los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés, como nos dice en el Antiguo Testamento (Éxodo 20:2-17 y Deuteronomio 5:6-21), que obligan a los judíos y cristianos hasta el día de hoy, la Iglesia Católica ha establecido su propio conjunto de mandamientos particulares o “preceptos” que unen a los fieles católicos bautizados. El Catecismo de la Iglesia Católica explica que:
Los mandamientos de la Iglesia se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo (Catecismo de la Iglesia Católica, 2041).
Los preceptos de la Iglesia son lo siguiente:
- Asistir a Misa los domingos y Días Santos de Obligación
- Confesarse del pecado grave por lo menos una vez al año
- Comulgar la Santa Comunión por lo menos una vez al año durante el Tiempo de la Pascua (normalmente entre el Domingo de la Pascua y el Domingo de Pentecostés)
- Observar los días de ayuno y abstinencia
- Proveer por las necesidades de la Iglesia
Que la Iglesia Católica tenga una lista de preceptos obligatorias no debe sorprender a nadie, especialmente a los católicos, aunque muchos católicos de hoy en día ni saben que existen. Sin embargo, no se suele enseñarlos en las clases de educación religiosa católica estos días y menos frecuentemente mencionados en la predicación formal.
Las leyes son una parte ordinaria de cada sociedad humana y la Iglesia Católica no es ninguna excepción. La Iglesia Católica es una comunidad universal de la doctrina (fe y morales), alabanza (oración y sacramentos) y leyes (disciplina y orden). Los Preceptos de la Iglesia Católica no reemplazan a los Diez Mandamientos de las escrituras; son adiciones a ellos, un conjunto de expectativas mínimas del comportamiento, establecidos específicamente para unir a los miembros bautizados de la Iglesia Católica.
¿Cuándo fueron “establecidos” y “por quién”? Contestemos la segunda pregunta primero. El santo Tomás Aquino definió a la ley como “nada más que una regla de la razón por el bien común hecho por quienes cuidan al pueblo y promulgado” (Summa Theologica la llae, 90.4). Los Preceptos de la Iglesia Católica cumplen los elementos de esa definición académica y fueron promulgados por las autoridades legitimas de por los siglos.
¿Cuándo establecieron estos preceptos? Desde el cuarto siglo AD en adelante, ciertas costumbres y prácticas en la Iglesia Católica empezaban a aparecer, uniendo a los católicos fieles con “la fuerza de la ley”. El tercer de los Diez Mandamientos – “santificarás las fiestas en nombre de Dios” – se convirtió en una obligación para que los católicos asistieran a Misa los domingos y fiestas y recibieran los sacramentos. El ayuno y la abstinencia en ciertos tiempos y durante estaciones especiales del año eclesial se convirtieron en ser requisitos y impusieron la limosna a los fieles para apoyar a la Iglesia y sus ministros. Se consideraba el no observar estas leyes o preceptos como pecado y castigaban a los desobedientes.
Los preceptos de la Iglesia Católica son leyes positivas, aplicables a los fieles bautizados y uniéndolos porque la autoridad legitima de la Iglesia ha declarado que sean expresiones necesarias para el bien común de la comunidad eclesial. No son elementos negligibles ni opcionales de la vida en la Iglesia sino signos espirituales visibles y apoyos para lo que la Iglesia Católica cree y enseña: la centralidad de la celebración eucarística, especialmente al reconocer su conexión primordial a la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, celebradas durante el Tiempo de la Pascua (El deber Pascual); la observancia de actos físicos de Penitencia por el bien de la conversión continua; la provisión de apoyo material a la Iglesia Católica y sus obras por el clérigo y los fieles, porque sin este apoyo, la misión de la Iglesia estaría dañada y limitada bastante.
El deber Pascual, como precepto de la Iglesia, lleva a los fieles católicos directamente al corazón del Misterio Pascual, entonces la importancia de comulgar la Eucaristía durante el Tiempo de la Pascua (que suele ser de la Pascua hasta el Domingo de Pentecostés). Aunque la mayoría de los católicos comulgan la Santa Comunión frecuentemente por el año, incluyendo durante el Tiempo de la Pascua, el deber Pascual pide la mínima obligación y expectativas a quienes no lo hacen.
Los preceptos de la Iglesia Católica son una parte vital de su historia y tradición larga. Revelando algunas de las muchas maneras, entre otras, de que los fieles católicos contribuyen a su propio bien común espiritual como miembros de la Iglesia Católica a través de construir el Reino de Dios aquí en la tierra.
La pandemia ha creado obstáculos para muchos de nuestras prácticas ordinarias en la Iglesia. En cuanto el deber Pascual en la Diócesis de Trenton,
- Quienes pueden y no tienen obstáculos a causa de la pandemia deben observar el precepto de la Iglesia de “comulgar la Santa Comunión durante el Tiempo de la Pascua”.
- Quienes no pueden o tienen obstáculos a causa de la pandemia o cualquier otra debilidad o discapacidad física pueden postergar cumplir el deber Pascual hasta un tiempo antes del Primer Domingo de Adviento (el 28 de noviembre, 2021) cuando sea posible comulgar la Santa Comunión en una iglesia o en otro lugar/horario de acuerdo con su parroquia. Se debe dirigirse al sacerdote parroquial si haya preguntas.
- Las personas que no tendrían posibilidad ninguna de cumplir el deber Pascual tienen permiso no cumplirlo. El dicho antiguo tradicional aplica aquí: “Nadie puede ser obligado hacer lo imposible”.
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Además de los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés, como nos dice en el Antiguo Testamento (Éxodo 20:2-17 y Deuteronomio 5:6-21), que obligan a los judíos y cristianos hasta el día de hoy, la Iglesia Católica ha establecido su propio conjunto de mandamientos particulares o “preceptos” que unen a los fieles católicos bautizados. El Catecismo de la Iglesia Católica explica que:
Los mandamientos de la Iglesia se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo (Catecismo de la Iglesia Católica, 2041).
Los preceptos de la Iglesia son lo siguiente:
- Asistir a Misa los domingos y Días Santos de Obligación
- Confesarse del pecado grave por lo menos una vez al año
- Comulgar la Santa Comunión por lo menos una vez al año durante el Tiempo de la Pascua (normalmente entre el Domingo de la Pascua y el Domingo de Pentecostés)
- Observar los días de ayuno y abstinencia
- Proveer por las necesidades de la Iglesia
Que la Iglesia Católica tenga una lista de preceptos obligatorias no debe sorprender a nadie, especialmente a los católicos, aunque muchos católicos de hoy en día ni saben que existen. Sin embargo, no se suele enseñarlos en las clases de educación religiosa católica estos días y menos frecuentemente mencionados en la predicación formal.
Las leyes son una parte ordinaria de cada sociedad humana y la Iglesia Católica no es ninguna excepción. La Iglesia Católica es una comunidad universal de la doctrina (fe y morales), alabanza (oración y sacramentos) y leyes (disciplina y orden). Los Preceptos de la Iglesia Católica no reemplazan a los Diez Mandamientos de las escrituras; son adiciones a ellos, un conjunto de expectativas mínimas del comportamiento, establecidos específicamente para unir a los miembros bautizados de la Iglesia Católica.
¿Cuándo fueron “establecidos” y “por quién”? Contestemos la segunda pregunta primero. El santo Tomás Aquino definió a la ley como “nada más que una regla de la razón por el bien común hecho por quienes cuidan al pueblo y promulgado” (Summa Theologica la llae, 90.4). Los Preceptos de la Iglesia Católica cumplen los elementos de esa definición académica y fueron promulgados por las autoridades legitimas de por los siglos.
¿Cuándo establecieron estos preceptos? Desde el cuarto siglo AD en adelante, ciertas costumbres y prácticas en la Iglesia Católica empezaban a aparecer, uniendo a los católicos fieles con “la fuerza de la ley”. El tercer de los Diez Mandamientos – “santificarás las fiestas en nombre de Dios” – se convirtió en una obligación para que los católicos asistieran a Misa los domingos y fiestas y recibieran los sacramentos. El ayuno y la abstinencia en ciertos tiempos y durante estaciones especiales del año eclesial se convirtieron en ser requisitos y impusieron la limosna a los fieles para apoyar a la Iglesia y sus ministros. Se consideraba el no observar estas leyes o preceptos como pecado y castigaban a los desobedientes.
Los preceptos de la Iglesia Católica son leyes positivas, aplicables a los fieles bautizados y uniéndolos porque la autoridad legitima de la Iglesia ha declarado que sean expresiones necesarias para el bien común de la comunidad eclesial. No son elementos negligibles ni opcionales de la vida en la Iglesia sino signos espirituales visibles y apoyos para lo que la Iglesia Católica cree y enseña: la centralidad de la celebración eucarística, especialmente al reconocer su conexión primordial a la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, celebradas durante el Tiempo de la Pascua (El deber Pascual); la observancia de actos físicos de Penitencia por el bien de la conversión continua; la provisión de apoyo material a la Iglesia Católica y sus obras por el clérigo y los fieles, porque sin este apoyo, la misión de la Iglesia estaría dañada y limitada bastante.
El deber Pascual, como precepto de la Iglesia, lleva a los fieles católicos directamente al corazón del Misterio Pascual, entonces la importancia de comulgar la Eucaristía durante el Tiempo de la Pascua (que suele ser de la Pascua hasta el Domingo de Pentecostés). Aunque la mayoría de los católicos comulgan la Santa Comunión frecuentemente por el año, incluyendo durante el Tiempo de la Pascua, el deber Pascual pide la mínima obligación y expectativas a quienes no lo hacen.
Los preceptos de la Iglesia Católica son una parte vital de su historia y tradición larga. Revelando algunas de las muchas maneras, entre otras, de que los fieles católicos contribuyen a su propio bien común espiritual como miembros de la Iglesia Católica a través de construir el Reino de Dios aquí en la tierra.
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- Quienes pueden y no tienen obstáculos a causa de la pandemia deben observar el precepto de la Iglesia de “comulgar la Santa Comunión durante el Tiempo de la Pascua”.
- Quienes no pueden o tienen obstáculos a causa de la pandemia o cualquier otra debilidad o discapacidad física pueden postergar cumplir el deber Pascual hasta un tiempo antes del Primer Domingo de Adviento (el 28 de noviembre, 2021) cuando sea posible comulgar la Santa Comunión en una iglesia o en otro lugar/horario de acuerdo con su parroquia. Se debe dirigirse al sacerdote parroquial si haya preguntas.
- Las personas que no tendrían posibilidad ninguna de cumplir el deber Pascual tienen permiso no cumplirlo. El dicho antiguo tradicional aplica aquí: “Nadie puede ser obligado hacer lo imposible”.