Nuevo líder de educación religiosa en parroquia de Hightstown
September 10, 2020 at 6:20 p.m.
Cuando Viviana Bonilla llegó a New Jersey hace tres años, la primera cosa que hizo fue buscar a una parroquia católica con que conectar.
No solo encontró dirección y un hogar espiritual en la Parroquia San Antonio de Padua, Hightstown, sino un lugar donde ejercer el trabajo ministerial. Nativa de Colombia, Bonilla se hizo voluntaria y asistente de tiempo parcial de la oficina de educación religiosa. Ese puesto se convirtió en un trabajo de tiempo completo como asistente administrativa en que ayudaba con traducciones y trabajaba para la comunidad hispana y también la anglosajona. Hace ocho meses, ella asumió el papel de líder catequético parroquial.
“Yo sé que Dios ha orientado mi camino y tiene una razón por permitirme compartir mi conocimiento y habilidades por el bien de la comunidad”, dijo. “Me siento bendecida poder trabajar con y por Dios”.
En la parroquia, Bonilla tiene la responsabilidad de coordinar la educación religiosa para los niños entre primer y octavo grado. Ella dirige el programa y recluta a catequistas y voluntarios. También apoya al programa parroquial de RICA, el Rito de la Iniciación Cristiana de Adultos.
“La catequesis no se trata de solamente asistir a clases de religión”, compartió Bonilla. “Para muchas familias, es su primer intento de acercarse a Dios. La catequesis nos ofrece una manera por la cual podemos involucrar a nuestros hijos en la comunidad, fortalecer la fe y, sobre todo, crecer mano en mano con Dios”.
“Una gran oportunidad que tenemos durante esta pandemia”, dijo, “es poder educar y concientizar a las familias que los principales educadores de la fe son ellos. Ahora con el nuevo modelo de aprendizaje en casa se abrirán nuevos espacios de reflexión y unión familiar”.
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“Yo sé que Dios ha orientado mi camino y tiene una razón por permitirme compartir mi conocimiento y habilidades por el bien de la comunidad”, dijo. “Me siento bendecida poder trabajar con y por Dios”.
En la parroquia, Bonilla tiene la responsabilidad de coordinar la educación religiosa para los niños entre primer y octavo grado. Ella dirige el programa y recluta a catequistas y voluntarios. También apoya al programa parroquial de RICA, el Rito de la Iniciación Cristiana de Adultos.
“La catequesis no se trata de solamente asistir a clases de religión”, compartió Bonilla. “Para muchas familias, es su primer intento de acercarse a Dios. La catequesis nos ofrece una manera por la cual podemos involucrar a nuestros hijos en la comunidad, fortalecer la fe y, sobre todo, crecer mano en mano con Dios”.
“Una gran oportunidad que tenemos durante esta pandemia”, dijo, “es poder educar y concientizar a las familias que los principales educadores de la fe son ellos. Ahora con el nuevo modelo de aprendizaje en casa se abrirán nuevos espacios de reflexión y unión familiar”.