Obispo O'Connell saluda a su rebaño
March 28, 2020 at 10:34 p.m.
En un podcast, el obispo David M. O'Connell, C.M., envió saludos y oraciones a los fieles de la Diócesis de Trenton:
Saludos a todos, soy obispo O’Connell. Solo quería saludarlos a todos de por los cuatro condados de la Diócesis de Trenton mientras seguimos cooperando con todas las precauciones de salud que nos han pedido seguir durante esta pandemia. No ha sido fácil, pero es necesario.
Espero que estar en cuarentena no les vaya muy difícil y que no sientan muy aislados.
Yo doy gracias a Dios poder mantener contacto con los párrocos y sacerdotes y con nuestros fieles queridos a través del Monitor, nuestra página web diocesana, Peces y las redes sociales. Oro por todos ustedes cada día. ¡Cómo sería todo esto sin tener tanta tecnología! ¿Se acuerdan de los tiempos cuando no teníamos esta tecnología? Es bastante estresante con la tecnología, pero sin ella, estaría tan difícil.
Ayer fue un día tan hermoso – nunca he visto a tanta gente haciendo “la distancia social” pero afuera en el vecindario. Las familias salieron para caminatas en grupos pequeños, muchísimos de niños montaron bicicletas (a veces con sus padres). Realmente es muy bueno ver a las familias juntas, siguiendo las direcciones. No hay nada como el amor familiar.
Es increíble. Yo no puedo recordar ninguna Cuaresma como esta. Normalmente, dejamos cosas voluntariamente. Esta Cuaresma, hemos tenido que dejar tantas cosas, cosas tan importantes como reunirnos para la Misa, la Santa Comunión y los Sacramentos. Me hace pensar en la oración de la serenidad que se usa en las reuniones de alcohólicos anónimos: Dios dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, la fuerza para cambiar las cosas que sí puedo cambiar, y la sabiduría para reconocer la diferencia.
Hay mucho fuera de nuestro control ahora. Tenemos que mantenernos con calma y aceptar, pidiéndole a Dios por esa gracia especial de la serenidad. Hay también muchas cosas bajo nuestro control: nuestra disposición, cómo alcanzamos a los demás, asegurando de que las personas mayores y las personas que viven solo estén bien, siendo gente de paciencia, especialmente con nuestra familia, en nuestras actividades cotidianas y nuestra forma de vivir – apartando tiempo para rezar más que lo que solemos hacer. No hemos conocido algo así. ¿Y la sabiduría? La sabiduría es ser listos y cooperar con las cosas que nos han pedido – quedarnos en casa menos el salir por las cosas necesarias, mantener distancia de mucha gente, practicar la distancia social, etc. Yo añado una cosa más que es esencial: agarremos a Dios, a nuestra fe, a nuestra Iglesia y la Diócesis, a nuestra parroquia. No dejemos que la histeria ni el estrés nos agobien. Todo esto pasará y volveremos a la normalidad… el señor Fauci del departamento nacional de salud lo dijo muy bien: “nosotros no determinamos cuánto durará esto, el virus lo determinará”. Así que todos debemos seguir siendo responsables, cada uno de nosotros.
Pulse aquí para escuchar al podcast del obispo O'Connell en inglés:
Todavía estamos en la Cuaresma. Les doy una o dos ideas: leamos la Biblia; leamos uno de los Evangelios por completo. Leamos una de las cartas de San Pablo por completo. Salimos a caminar y recemos el Rosario … o rezarlo como familia. Hay bastantes versiones digitales del Vía Crucis. Donovan Catholic produjo uno muy bueno adaptado para esta pandemia del COVID-19; la Parroquia Santa Marta también tiene uno. Aprovechemos del Monitor y Peces para los enlaces y para leer y reflexionar. Seamos generosos y aprovechemos de la posibilidad de donar digitalmente. Hagamos caso al Señor y seamos gente del amor y de la ternura. Levantemos esta Cruz y la llevemos a Calvario, dure tanto que dure el camino. Sin duda, habrá una Pascua. Estemos seguros de eso.
Mis queridos hermanos y hermanas, tengamos fe y caridad. Cuídense mucho, estén seguros y que Dios me los bendiga. Juntos, en este quinto Domingo de la Cuaresma, ¡estemos unidos en la comunión espiritual mientras esperemos poder recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor de nuevo!
Jesús,
Creo que estás presente en el Santísimo.
Te amo más que cualquier otra cosa y
Deseo recibirte en mi alma.
Por no poder recibirte sacramentalmente en este momento,
Por lo menos, entra en mi corazón espiritualmente.
Te adoro y Te acepto tal como si ya estuvieras ahí y
Me uno a Ti completamente.
Nunca me dejes separarme de Ti.
Amén.
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En un podcast, el obispo David M. O'Connell, C.M., envió saludos y oraciones a los fieles de la Diócesis de Trenton:
Saludos a todos, soy obispo O’Connell. Solo quería saludarlos a todos de por los cuatro condados de la Diócesis de Trenton mientras seguimos cooperando con todas las precauciones de salud que nos han pedido seguir durante esta pandemia. No ha sido fácil, pero es necesario.
Espero que estar en cuarentena no les vaya muy difícil y que no sientan muy aislados.
Yo doy gracias a Dios poder mantener contacto con los párrocos y sacerdotes y con nuestros fieles queridos a través del Monitor, nuestra página web diocesana, Peces y las redes sociales. Oro por todos ustedes cada día. ¡Cómo sería todo esto sin tener tanta tecnología! ¿Se acuerdan de los tiempos cuando no teníamos esta tecnología? Es bastante estresante con la tecnología, pero sin ella, estaría tan difícil.
Ayer fue un día tan hermoso – nunca he visto a tanta gente haciendo “la distancia social” pero afuera en el vecindario. Las familias salieron para caminatas en grupos pequeños, muchísimos de niños montaron bicicletas (a veces con sus padres). Realmente es muy bueno ver a las familias juntas, siguiendo las direcciones. No hay nada como el amor familiar.
Es increíble. Yo no puedo recordar ninguna Cuaresma como esta. Normalmente, dejamos cosas voluntariamente. Esta Cuaresma, hemos tenido que dejar tantas cosas, cosas tan importantes como reunirnos para la Misa, la Santa Comunión y los Sacramentos. Me hace pensar en la oración de la serenidad que se usa en las reuniones de alcohólicos anónimos: Dios dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, la fuerza para cambiar las cosas que sí puedo cambiar, y la sabiduría para reconocer la diferencia.
Hay mucho fuera de nuestro control ahora. Tenemos que mantenernos con calma y aceptar, pidiéndole a Dios por esa gracia especial de la serenidad. Hay también muchas cosas bajo nuestro control: nuestra disposición, cómo alcanzamos a los demás, asegurando de que las personas mayores y las personas que viven solo estén bien, siendo gente de paciencia, especialmente con nuestra familia, en nuestras actividades cotidianas y nuestra forma de vivir – apartando tiempo para rezar más que lo que solemos hacer. No hemos conocido algo así. ¿Y la sabiduría? La sabiduría es ser listos y cooperar con las cosas que nos han pedido – quedarnos en casa menos el salir por las cosas necesarias, mantener distancia de mucha gente, practicar la distancia social, etc. Yo añado una cosa más que es esencial: agarremos a Dios, a nuestra fe, a nuestra Iglesia y la Diócesis, a nuestra parroquia. No dejemos que la histeria ni el estrés nos agobien. Todo esto pasará y volveremos a la normalidad… el señor Fauci del departamento nacional de salud lo dijo muy bien: “nosotros no determinamos cuánto durará esto, el virus lo determinará”. Así que todos debemos seguir siendo responsables, cada uno de nosotros.
Pulse aquí para escuchar al podcast del obispo O'Connell en inglés:
Todavía estamos en la Cuaresma. Les doy una o dos ideas: leamos la Biblia; leamos uno de los Evangelios por completo. Leamos una de las cartas de San Pablo por completo. Salimos a caminar y recemos el Rosario … o rezarlo como familia. Hay bastantes versiones digitales del Vía Crucis. Donovan Catholic produjo uno muy bueno adaptado para esta pandemia del COVID-19; la Parroquia Santa Marta también tiene uno. Aprovechemos del Monitor y Peces para los enlaces y para leer y reflexionar. Seamos generosos y aprovechemos de la posibilidad de donar digitalmente. Hagamos caso al Señor y seamos gente del amor y de la ternura. Levantemos esta Cruz y la llevemos a Calvario, dure tanto que dure el camino. Sin duda, habrá una Pascua. Estemos seguros de eso.
Mis queridos hermanos y hermanas, tengamos fe y caridad. Cuídense mucho, estén seguros y que Dios me los bendiga. Juntos, en este quinto Domingo de la Cuaresma, ¡estemos unidos en la comunión espiritual mientras esperemos poder recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor de nuevo!
Jesús,
Creo que estás presente en el Santísimo.
Te amo más que cualquier otra cosa y
Deseo recibirte en mi alma.
Por no poder recibirte sacramentalmente en este momento,
Por lo menos, entra en mi corazón espiritualmente.
Te adoro y Te acepto tal como si ya estuvieras ahí y
Me uno a Ti completamente.
Nunca me dejes separarme de Ti.
Amén.