‘Promover una Iglesia y un Mundo para Todos’
January 3, 2020 at 3:21 p.m.
El tema para la Semana Nacional de Migración 2020, “Promover una Iglesia y un mundo para todos” se enfoca en el hecho de que cada una de nuestras familias tiene una historia de migración, algunas recientes y otras en un pasado distante. Sin importar de donde seamos y donde nos encontramos, seguimos como parte de la familia humana y estamos llamados a vivir en solidaridad unos con los otros.
En su mensaje para el Día Mundial del Migrante y Refugiado del 2019, el Santo Padre reitera el mandato del Evangelio de asegurar “que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial” (Mateo 18:10).
No se trata solamente de migrantes; es una cuestión de asegurarnos que nadie esté excluido. Una globalización de indiferencia ha llevado a muchos de nosotros a ignorar los llantos de los pobres, dar la espalda a los marginalizados y hacernos indiferentes a las personas que luchan con las circunstancias fuertes de sus vidas. Estamos llamados a ayudar a crear las condiciones que las llevarán hacia una mejor vida para todos en el planeta.
Dar la bienvenida al nuevo y promover una Iglesia para todos va en contra de lo que el papa Francisco nombra “una globalización de la indiferencia”. Estamos llamados a ser una Iglesia activa en apoyo de todos los hijos de Dios, porque “La Iglesia que sale… puede avanzar, fuertemente tomando la iniciativa, salir al encuentro con los demás, buscar a aquellos alejados, ubicarse en los cruce caminos y dar la bienvenida a los rechazados” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 24).
Para más información, por favor refiérase al enlace “National Migration Week, January 5-11” en el sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos: www.usccb.org.
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El tema para la Semana Nacional de Migración 2020, “Promover una Iglesia y un mundo para todos” se enfoca en el hecho de que cada una de nuestras familias tiene una historia de migración, algunas recientes y otras en un pasado distante. Sin importar de donde seamos y donde nos encontramos, seguimos como parte de la familia humana y estamos llamados a vivir en solidaridad unos con los otros.
En su mensaje para el Día Mundial del Migrante y Refugiado del 2019, el Santo Padre reitera el mandato del Evangelio de asegurar “que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial” (Mateo 18:10).
No se trata solamente de migrantes; es una cuestión de asegurarnos que nadie esté excluido. Una globalización de indiferencia ha llevado a muchos de nosotros a ignorar los llantos de los pobres, dar la espalda a los marginalizados y hacernos indiferentes a las personas que luchan con las circunstancias fuertes de sus vidas. Estamos llamados a ayudar a crear las condiciones que las llevarán hacia una mejor vida para todos en el planeta.
Dar la bienvenida al nuevo y promover una Iglesia para todos va en contra de lo que el papa Francisco nombra “una globalización de la indiferencia”. Estamos llamados a ser una Iglesia activa en apoyo de todos los hijos de Dios, porque “La Iglesia que sale… puede avanzar, fuertemente tomando la iniciativa, salir al encuentro con los demás, buscar a aquellos alejados, ubicarse en los cruce caminos y dar la bienvenida a los rechazados” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 24).
Para más información, por favor refiérase al enlace “National Migration Week, January 5-11” en el sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos: www.usccb.org.