Agilidad y creatividad en las escuelas católicas
August 13, 2020 at 3:25 p.m.
Las escuelas católicas en la Diócesis de Trenton se preparan ahora para las tres situaciones posibles porque los detalles y sugerencias del estado cambian casi diariamente. Además, tienen que reconocer e intentar responder a una variedad tremenda de situaciones diversas de sus familias y también de sus maestros.
Para muchas familias, tener a los hijos en casa durante la pandemia no ha sido nada fácil. Encima de tener que mantener el trabajo y la casa, los padres y madres tenían que encargarse al dar mayor seguimiento a sus hijos en cuanto sus estudios. Otros perdieron su trabajo y, entonces, proveer las necesidades básicas como la comida y pagar la renta se hicieron prioridades más pesadas.
Actualmente en la escuela Nuestra Señora de Monte Carmelo, Asbury Park, hay 192 alumnos matriculados. Es una de dos escuelas en la Diócesis de Trenton que participa en un programa nacional de almuerzos escolares durante el año académico.
“Un 92% de nuestros estudiantes reciben el almuerzo gratis o a costo reducido”, compartió la directora, Theresa Craig. “Cuando empezó la cuarentena, empezamos un programa de ‘comida rápida’ dirigida por el personal del comedor, maestros y voluntarios” en que las familias pasarían por la escuela para recoger comida.
“Pero cuando Gobernador Murphy mandó quedarse en casa, muchos dejaron de venir” así que Craig y un equipo dedicado que incluyó al párroco padre Miguel Virella, empezó a llevar comida a las casas. Llenaron dos vanes para cada persona con menos de 18 años en la casa los lunes, miércoles y viernes con comida suficiente para dos días cada vez.
“Llevamos comida por los pueblos de la costa” a las familias que la necesitaban, dijo Craig. “Tenemos a familias de Neptune a Eatontown y de Long Branch a Belmar”.
Para el padre Virella, los viajes a las casas fueron regalos.
“Por primera vez, tuve chance de visitar a los hogares de los alumnos… llamamos a la casa cuando nos acercamos para que estuvieran afuera esperándonos”, explicó el padre Virella. “Me dio la oportunidad de conocer más de sus personalidades. Yo preguntaría ‘¿cómo te va’ y algunos empezaron a platicar y platicar mientras otros fueron más tímidos. También, visitarlos nos dio chance de desafiar a los alumnos que quizás no se presentaban en las sesiones virtuales”.
“Tenemos que alcanzar las necesidades académicas, espirituales, físicas y socioemocionales de todos nuestros estudiantes”, dijo Michael Knowles, presidente de Trenton Catholic Academy (conocida por sus cifras en inglés, TCA), Hamilton. “Es nuestra responsabilidad y deber asegurar que nuestros alumnos tengan todas las herramientas disponibles para tener éxito dentro del salón y con el aprendizaje remoto”.
El equipo administrativo de TCA compartió que, para servir mejor a la comunidad hispana, ayudó mucho colaborar con otras organizaciones como FUTURO, un programa patrocinado por LALDEF (Latin American Legal Defense and Education Fund, Inc. Durante la cuarentena, la organización proveyó mentoría y tutoría para ayudar con el aprendizaje de los estudiantes de secundaria. La colaboración ha brindado mucho fruto para la comunidad hispana alrededor de Trenton y seguirá el próximo año.
Aparte de crear sistemas para alimentar a sus alumnos, otro obstáculo a la educación ha sido la disponibilidad del acceso al internet en todos los hogares, pero no tanto ha sido problema en las escuelas católicas de la Diócesis.
“Algo que nos ayudó mucho (para las familias de Nuestra Señora de Monte Carmelo) fue poder convertir cada Chromebook en un punto de acceso para internet”, compartió Theresa Craig. “Cada familia recibió un Chromebook y, en casas con más de un estudiante, logramos conseguir uno o dos más”.
“Hace unos años”, dijo Michael Knowles, “Trenton Catholic Academy ha provisto una computadora por estudiante. Seguiremos usando los fondos disponibles para proveer la tecnología más actualizada para nuestros alumnos y personal”.
Las administraciones de ambas escuelas católicas se sintieron preparadas cuando llegó la pandemia y, ahora que otro año escolar se acerque, están aprovechando de esa misma dedicación, amor y servicio, junto a mucha creatividad, para poder dar opciones a sus familias en su decisión.
Para Theresa Craig no es una decisión leve, pero: “Me siento que nuestras familias necesitan tener a sus hijos en la escuela. La mayoría no tiene el lujo de poder trabajar de casa. Estamos activamente elaborando el plan para volver a escuela… y estamos animados tenerlos de nuevo aquí”.
“Trenton Catholic Academy fue afortunado estar preparado para empezar el aprendizaje remoto el 16 de marzo”, dijo Knowles. “Nuestros profesores se familiarizaron rápidamente con Google Classroom y, de inmediato, comenzamos a ofrecer instrucción significante en vivo.
Knowles siguió: “Como comunidad escolar, aprendimos mucho durante este tiempo y estamos alistándonos para ver a nuestros alumnos en persona en septiembre, pero estamos preparados para responder a lo que nos dicta la situación. Trenton Catholic Academy está lista para seguir proveyendo una educación católica de calidad a los estudiantes bajo nuestro cuidado”.
“Me encanta cada día”, compartió Craig. “Merecen lo mejor. Me encanta poder servir a esta comunidad tan maravillosa”.
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Las escuelas católicas en la Diócesis de Trenton se preparan ahora para las tres situaciones posibles porque los detalles y sugerencias del estado cambian casi diariamente. Además, tienen que reconocer e intentar responder a una variedad tremenda de situaciones diversas de sus familias y también de sus maestros.
Para muchas familias, tener a los hijos en casa durante la pandemia no ha sido nada fácil. Encima de tener que mantener el trabajo y la casa, los padres y madres tenían que encargarse al dar mayor seguimiento a sus hijos en cuanto sus estudios. Otros perdieron su trabajo y, entonces, proveer las necesidades básicas como la comida y pagar la renta se hicieron prioridades más pesadas.
Actualmente en la escuela Nuestra Señora de Monte Carmelo, Asbury Park, hay 192 alumnos matriculados. Es una de dos escuelas en la Diócesis de Trenton que participa en un programa nacional de almuerzos escolares durante el año académico.
“Un 92% de nuestros estudiantes reciben el almuerzo gratis o a costo reducido”, compartió la directora, Theresa Craig. “Cuando empezó la cuarentena, empezamos un programa de ‘comida rápida’ dirigida por el personal del comedor, maestros y voluntarios” en que las familias pasarían por la escuela para recoger comida.
“Pero cuando Gobernador Murphy mandó quedarse en casa, muchos dejaron de venir” así que Craig y un equipo dedicado que incluyó al párroco padre Miguel Virella, empezó a llevar comida a las casas. Llenaron dos vanes para cada persona con menos de 18 años en la casa los lunes, miércoles y viernes con comida suficiente para dos días cada vez.
“Llevamos comida por los pueblos de la costa” a las familias que la necesitaban, dijo Craig. “Tenemos a familias de Neptune a Eatontown y de Long Branch a Belmar”.
Para el padre Virella, los viajes a las casas fueron regalos.
“Por primera vez, tuve chance de visitar a los hogares de los alumnos… llamamos a la casa cuando nos acercamos para que estuvieran afuera esperándonos”, explicó el padre Virella. “Me dio la oportunidad de conocer más de sus personalidades. Yo preguntaría ‘¿cómo te va’ y algunos empezaron a platicar y platicar mientras otros fueron más tímidos. También, visitarlos nos dio chance de desafiar a los alumnos que quizás no se presentaban en las sesiones virtuales”.
“Tenemos que alcanzar las necesidades académicas, espirituales, físicas y socioemocionales de todos nuestros estudiantes”, dijo Michael Knowles, presidente de Trenton Catholic Academy (conocida por sus cifras en inglés, TCA), Hamilton. “Es nuestra responsabilidad y deber asegurar que nuestros alumnos tengan todas las herramientas disponibles para tener éxito dentro del salón y con el aprendizaje remoto”.
El equipo administrativo de TCA compartió que, para servir mejor a la comunidad hispana, ayudó mucho colaborar con otras organizaciones como FUTURO, un programa patrocinado por LALDEF (Latin American Legal Defense and Education Fund, Inc. Durante la cuarentena, la organización proveyó mentoría y tutoría para ayudar con el aprendizaje de los estudiantes de secundaria. La colaboración ha brindado mucho fruto para la comunidad hispana alrededor de Trenton y seguirá el próximo año.
Aparte de crear sistemas para alimentar a sus alumnos, otro obstáculo a la educación ha sido la disponibilidad del acceso al internet en todos los hogares, pero no tanto ha sido problema en las escuelas católicas de la Diócesis.
“Algo que nos ayudó mucho (para las familias de Nuestra Señora de Monte Carmelo) fue poder convertir cada Chromebook en un punto de acceso para internet”, compartió Theresa Craig. “Cada familia recibió un Chromebook y, en casas con más de un estudiante, logramos conseguir uno o dos más”.
“Hace unos años”, dijo Michael Knowles, “Trenton Catholic Academy ha provisto una computadora por estudiante. Seguiremos usando los fondos disponibles para proveer la tecnología más actualizada para nuestros alumnos y personal”.
Las administraciones de ambas escuelas católicas se sintieron preparadas cuando llegó la pandemia y, ahora que otro año escolar se acerque, están aprovechando de esa misma dedicación, amor y servicio, junto a mucha creatividad, para poder dar opciones a sus familias en su decisión.
Para Theresa Craig no es una decisión leve, pero: “Me siento que nuestras familias necesitan tener a sus hijos en la escuela. La mayoría no tiene el lujo de poder trabajar de casa. Estamos activamente elaborando el plan para volver a escuela… y estamos animados tenerlos de nuevo aquí”.
“Trenton Catholic Academy fue afortunado estar preparado para empezar el aprendizaje remoto el 16 de marzo”, dijo Knowles. “Nuestros profesores se familiarizaron rápidamente con Google Classroom y, de inmediato, comenzamos a ofrecer instrucción significante en vivo.
Knowles siguió: “Como comunidad escolar, aprendimos mucho durante este tiempo y estamos alistándonos para ver a nuestros alumnos en persona en septiembre, pero estamos preparados para responder a lo que nos dicta la situación. Trenton Catholic Academy está lista para seguir proveyendo una educación católica de calidad a los estudiantes bajo nuestro cuidado”.
“Me encanta cada día”, compartió Craig. “Merecen lo mejor. Me encanta poder servir a esta comunidad tan maravillosa”.