Pandemia fomenta creatividad en rumbo a la Semana Santa
April 2, 2020 at 1:37 p.m.
LOUISVILLE, Ky. (CNS) -- Mientras los católicos se quedan obedientemente en casa, haciendo su parte para proteger a personas vulnerables del COVID-19, el Espíritu Santo ha estado muy ocupado inspirando modos creativos de ministerio en la Arquidiócesis de Louisville, y en todo el mundo.
Los párrocos están ofreciendo adoración y confesión desde los automóviles, así como transmitiendo liturgias en vivo y otras formas de video. Algunas parroquias tocan las campanas a las 10 a.m. respondiendo a la invitación del gobernador de Kentucky, Andy Beshear. El objetivo del toque de campanas es recordarle a la gente que no está sola.
Los feligreses participan en redes de teléfono, se llaman para asegurarse de que miembros vulnerables de la parroquia están bien. Otros están donando tarjetas regalo para tiendas de alimentación para ayudar a familias necesitadas.
Es también un tiempo de sacrificios.
Las consecuencias del distanciamiento social han llevado a la cancelación de liturgias públicas y servicios de oración durante la Cuaresma y las fiestas del Domingo de Ramos, Semana Santa y Pascua, dejando a los sacerdotes a que celebren estas liturgias solos, o con sólo uno o dos asistentes. Los católicos participan lo mejor que pueden desde casa, a través de transmisiones en directo desde muchas diócesis de todo el mundo, incluyendo Estados Unidos.
Los clérigos sugieren que hay al menos dos cosas importantes que pueden hacer los católicos espiritualmente durante su confinamiento, además de sus oraciones normales:
-- Primero, la Comunión espiritual, una oración sencilla que expresa el deseo ardiente de estar en comunión con Cristo.
-- Segundo, hacer un acto de perfecta contrición. Este acto implica un examen de conciencia, así como el deseo de perdón y la intención de confesar cuando se pueda hacer con seguridad.
Para ayudar a los fieles a responder a sus necesidades espirituales durante la semana más santa del año de la iglesia, las diócesis de todo el mundo están planificando transmitir en vivo misas del Domingo de Ramos, misas de Crisma, Liturgias de Jueves Santo, la celebración de la Pasión del Viernes Santo, y la celebración de la Vigilia Pascual y las misas de Pascua.
Entre los que van a estar transmitiendo los servicios eclesiales tradicionales están las diócesis de Trenton, New Jersey, Albany y Rochester en Nueva York, y Corpus Christi, Texas. Los católicos pueden consultar su sitio web diocesano para averiguar planes de transmisión de liturgias en sus localidades.
Muchas otras diócesis y parroquias ya están transmitiendo la misa dominical, y, aunque no han anunciado todavía planes específicos para el Domingo de Ramos y la Pascua, los sitios web diocesanos y parroquiales puede que ofrezcan nuevos detalles.
En la Arquidiócesis de Indianápolis, el padre Tom Kovatch de la Iglesia Católica de San Carlos Borromeo en Bloomington, Indiana, ha estado transmitiendo su celebración de la misa en Facebook desde la iglesia. El padre Kovatch aprendió a transmitir cuando todas las diócesis católicas de la arquidiócesis recibieron la orden de cerrar para frenar la difusión del coronavirus, como el resto de las iglesias de todo el país.
En Hendersonville, Tennessee, en la diócesis de Nashville, el padre Andrew Forsythe ha estado colocando un altar portátil y cámaras para grabar la Misa privada que celebra en el estacionamiento del High School Papa Juan Pablo II. Los estudiantes están confinados en sus casas a causa de la pandemia del COVID-19.
"La misa es la forma suprema de oración", dijo el padre Forsythe, que es capellán y profesor de teología en la escuela. "Es nuestra línea vital. Es de donde nace nuestra comunidad".
El obispo John O. Barres de Rockville Centre, New York, que se ha visto sacudido con un gran número de casos de COVID-19, ofreció una carta pastoral a los feligreses para su reflexión durante las últimas semanas de Cuaresma.
Titulada "La Gran Semana: Una peregrinación con el Señor en Semana Santa", la carta lleva a los lectores a través de la observancia tradicional por todos los días desde la entrada de Jesús en Jerusalén el Domingo de Ramos hasta su resurrección en Pascua.
Aunque la carta pastoral se preparó antes del rápido avance de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, les pide a los fieles que reflexionen sobre cómo la Cuaresma puede ser una gracia spiritual que los sostiene durante el año.
Algunas parroquias de toda la arquidiócesis de Louisville siguen ofreciendo el sacramento de la Reconciliación por medio de un Sistema cuidadosamente planificado de confesión desde el automóvil (que asegura una distancia segura y confidencialidad) o una habitación interior desinfectada e insonorizada y lo suficientemente grande para tener a las personas a 6 pies de distancia.
Sin embargo, en general, Karen Shadle, directora de la Oficina de Culto arquidiocesana, sugería que la gente trate de esperar recibir los sacramentos hasta después de la crisis.
"Estamos tratando de convencer a las personas de que se queden en casa lo más posible. Es el espíritu que lo gobierna todo. Se trata de la seguridad", dijo Shadle.
"A no ser que estés en una emergencia, al borde de la muerte, los sacramentos se deben esperar", dijo. En situaciones en las que alguien está al borde de la muerte, las familias deben llamar al párroco.
Varias parroquias arquidiocesanas están intentando responder a las necesidades espirituales de la gente de distintas maneras.
El padre William Bowling, párroco de las parroquias de la Santísima Trinidad y el Santo Nombre en Louisville le dijo al periódico arquidiocesano The Record, que está explorando modos de servir a personas que se están muriendo y desean la unción.
También ha estado dirigiendo oraciones en línea -- en Facebook en vivo -- varias veces al día. Dice que está "orgullosísimo" del modo en que la Escuela Santísima Trinidad y las parroquias han manejado la crisis.
Animó a la gente a "buscar la gracia".
"La gente puede encontrar en esto una oportunidad extraordinaria para el crecimiento spiritual", dijo. "Esta es una oportunidad para la oración, en comunión con Dios, y para cuidar unos de otros. Creo que la iglesia puede salir de esto fortalecida y purificada".
El diácono Dennis Nash, director de la Oficina para el Diaconado y diácono en la Iglesia de San Rafael, también en Louisville, dijo que los ministerios y las parroquias están en modalidad de urgencia.
"Tanto de nuestro ministerio es cara a cara, que tenemos que reinventar la rueda", explicó. "Tenemos que sopesar prioridades y necesidades".
Los diáconos de la arquidiócesis tienen un extenso ministerio en prisiones, y como las cárceles no están permitiendo visitantes, los diáconos solo han podido dejarles saber que, "están en nuestras oraciones y les pedimos que oren por todos nosotros", dijo el diácono Nash.
Los hospitales, dijo, han puesto restricciones en los ministros, aunque los ministros todavía han podido ver a pacientes católicos en situaciones de emergencia, después de pasar por controles de salud.
El padre Charles D. Walker transmite la misa en la Iglesia San Bernardo en Louisville y mantiene un anuario escolar y directorio parroquial en el altar.
Durante una reciente transmisión, les dijo a los espectadores que tiene los libros sobre el altar, "para recordarme que ustedes están en oración conmigo, y yo estoy con ustedes en oración. Todos los días he estado orando por ustedes y quiero que lo sepan".
A las pocas horas de los anuncios de cierres de escuelas el 19 de marzo, dijo, los feligreses habían colectado $500 en tarjetas de regalo de alimentación para familias de la escuela de bajos recursos. En pocos días, el fondo había superado los $2,000. Las tarjetas de regalo se comparten con familias y feligreses ancianos necesitados. Otros voluntarios toman parte en una red telefónica, llamando a feligreses ancianos y vulnerables, así como entregándoles cestas de alimentos y medicinas.
"La creatividad, y especialmente la generosidad de la gente que trata de ser iglesia y ayudar y extender amor -- para mí es algo muy maravilloso, y muy santo, muy bello".
Los hogares de ancianos del área de Louisville también están tratando de encontrar maneras de mantener a los residentes entretenidos, ya que no se pueden reunir o tener visitas. Las Hermanitas de los Pobres tienen "bingo en los pasillos, y rosario en los pasillos", para los residentes que se quedan a las puertas de sus habitaciones. También tienen un perro que visita a los residentes.
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Los párrocos están ofreciendo adoración y confesión desde los automóviles, así como transmitiendo liturgias en vivo y otras formas de video. Algunas parroquias tocan las campanas a las 10 a.m. respondiendo a la invitación del gobernador de Kentucky, Andy Beshear. El objetivo del toque de campanas es recordarle a la gente que no está sola.
Los feligreses participan en redes de teléfono, se llaman para asegurarse de que miembros vulnerables de la parroquia están bien. Otros están donando tarjetas regalo para tiendas de alimentación para ayudar a familias necesitadas.
Es también un tiempo de sacrificios.
Las consecuencias del distanciamiento social han llevado a la cancelación de liturgias públicas y servicios de oración durante la Cuaresma y las fiestas del Domingo de Ramos, Semana Santa y Pascua, dejando a los sacerdotes a que celebren estas liturgias solos, o con sólo uno o dos asistentes. Los católicos participan lo mejor que pueden desde casa, a través de transmisiones en directo desde muchas diócesis de todo el mundo, incluyendo Estados Unidos.
Los clérigos sugieren que hay al menos dos cosas importantes que pueden hacer los católicos espiritualmente durante su confinamiento, además de sus oraciones normales:
-- Primero, la Comunión espiritual, una oración sencilla que expresa el deseo ardiente de estar en comunión con Cristo.
-- Segundo, hacer un acto de perfecta contrición. Este acto implica un examen de conciencia, así como el deseo de perdón y la intención de confesar cuando se pueda hacer con seguridad.
Para ayudar a los fieles a responder a sus necesidades espirituales durante la semana más santa del año de la iglesia, las diócesis de todo el mundo están planificando transmitir en vivo misas del Domingo de Ramos, misas de Crisma, Liturgias de Jueves Santo, la celebración de la Pasión del Viernes Santo, y la celebración de la Vigilia Pascual y las misas de Pascua.
Entre los que van a estar transmitiendo los servicios eclesiales tradicionales están las diócesis de Trenton, New Jersey, Albany y Rochester en Nueva York, y Corpus Christi, Texas. Los católicos pueden consultar su sitio web diocesano para averiguar planes de transmisión de liturgias en sus localidades.
Muchas otras diócesis y parroquias ya están transmitiendo la misa dominical, y, aunque no han anunciado todavía planes específicos para el Domingo de Ramos y la Pascua, los sitios web diocesanos y parroquiales puede que ofrezcan nuevos detalles.
En la Arquidiócesis de Indianápolis, el padre Tom Kovatch de la Iglesia Católica de San Carlos Borromeo en Bloomington, Indiana, ha estado transmitiendo su celebración de la misa en Facebook desde la iglesia. El padre Kovatch aprendió a transmitir cuando todas las diócesis católicas de la arquidiócesis recibieron la orden de cerrar para frenar la difusión del coronavirus, como el resto de las iglesias de todo el país.
En Hendersonville, Tennessee, en la diócesis de Nashville, el padre Andrew Forsythe ha estado colocando un altar portátil y cámaras para grabar la Misa privada que celebra en el estacionamiento del High School Papa Juan Pablo II. Los estudiantes están confinados en sus casas a causa de la pandemia del COVID-19.
"La misa es la forma suprema de oración", dijo el padre Forsythe, que es capellán y profesor de teología en la escuela. "Es nuestra línea vital. Es de donde nace nuestra comunidad".
El obispo John O. Barres de Rockville Centre, New York, que se ha visto sacudido con un gran número de casos de COVID-19, ofreció una carta pastoral a los feligreses para su reflexión durante las últimas semanas de Cuaresma.
Titulada "La Gran Semana: Una peregrinación con el Señor en Semana Santa", la carta lleva a los lectores a través de la observancia tradicional por todos los días desde la entrada de Jesús en Jerusalén el Domingo de Ramos hasta su resurrección en Pascua.
Aunque la carta pastoral se preparó antes del rápido avance de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, les pide a los fieles que reflexionen sobre cómo la Cuaresma puede ser una gracia spiritual que los sostiene durante el año.
Algunas parroquias de toda la arquidiócesis de Louisville siguen ofreciendo el sacramento de la Reconciliación por medio de un Sistema cuidadosamente planificado de confesión desde el automóvil (que asegura una distancia segura y confidencialidad) o una habitación interior desinfectada e insonorizada y lo suficientemente grande para tener a las personas a 6 pies de distancia.
Sin embargo, en general, Karen Shadle, directora de la Oficina de Culto arquidiocesana, sugería que la gente trate de esperar recibir los sacramentos hasta después de la crisis.
"Estamos tratando de convencer a las personas de que se queden en casa lo más posible. Es el espíritu que lo gobierna todo. Se trata de la seguridad", dijo Shadle.
"A no ser que estés en una emergencia, al borde de la muerte, los sacramentos se deben esperar", dijo. En situaciones en las que alguien está al borde de la muerte, las familias deben llamar al párroco.
Varias parroquias arquidiocesanas están intentando responder a las necesidades espirituales de la gente de distintas maneras.
El padre William Bowling, párroco de las parroquias de la Santísima Trinidad y el Santo Nombre en Louisville le dijo al periódico arquidiocesano The Record, que está explorando modos de servir a personas que se están muriendo y desean la unción.
También ha estado dirigiendo oraciones en línea -- en Facebook en vivo -- varias veces al día. Dice que está "orgullosísimo" del modo en que la Escuela Santísima Trinidad y las parroquias han manejado la crisis.
Animó a la gente a "buscar la gracia".
"La gente puede encontrar en esto una oportunidad extraordinaria para el crecimiento spiritual", dijo. "Esta es una oportunidad para la oración, en comunión con Dios, y para cuidar unos de otros. Creo que la iglesia puede salir de esto fortalecida y purificada".
El diácono Dennis Nash, director de la Oficina para el Diaconado y diácono en la Iglesia de San Rafael, también en Louisville, dijo que los ministerios y las parroquias están en modalidad de urgencia.
"Tanto de nuestro ministerio es cara a cara, que tenemos que reinventar la rueda", explicó. "Tenemos que sopesar prioridades y necesidades".
Los diáconos de la arquidiócesis tienen un extenso ministerio en prisiones, y como las cárceles no están permitiendo visitantes, los diáconos solo han podido dejarles saber que, "están en nuestras oraciones y les pedimos que oren por todos nosotros", dijo el diácono Nash.
Los hospitales, dijo, han puesto restricciones en los ministros, aunque los ministros todavía han podido ver a pacientes católicos en situaciones de emergencia, después de pasar por controles de salud.
El padre Charles D. Walker transmite la misa en la Iglesia San Bernardo en Louisville y mantiene un anuario escolar y directorio parroquial en el altar.
Durante una reciente transmisión, les dijo a los espectadores que tiene los libros sobre el altar, "para recordarme que ustedes están en oración conmigo, y yo estoy con ustedes en oración. Todos los días he estado orando por ustedes y quiero que lo sepan".
A las pocas horas de los anuncios de cierres de escuelas el 19 de marzo, dijo, los feligreses habían colectado $500 en tarjetas de regalo de alimentación para familias de la escuela de bajos recursos. En pocos días, el fondo había superado los $2,000. Las tarjetas de regalo se comparten con familias y feligreses ancianos necesitados. Otros voluntarios toman parte en una red telefónica, llamando a feligreses ancianos y vulnerables, así como entregándoles cestas de alimentos y medicinas.
"La creatividad, y especialmente la generosidad de la gente que trata de ser iglesia y ayudar y extender amor -- para mí es algo muy maravilloso, y muy santo, muy bello".
Los hogares de ancianos del área de Louisville también están tratando de encontrar maneras de mantener a los residentes entretenidos, ya que no se pueden reunir o tener visitas. Las Hermanitas de los Pobres tienen "bingo en los pasillos, y rosario en los pasillos", para los residentes que se quedan a las puertas de sus habitaciones. También tienen un perro que visita a los residentes.