El papado y el cónclave pueden generar conversaciones sobre la fe familiar
May 5, 2025 at 10:58 a.m.

Al despertarme la mañana del lunes 21 de abril, Lunes de Pascua, miré mi teléfono y al instante vi la noticia del fallecimiento del Papa Francisco. Mi primera impresión fue que había fallecido un familiar. La noticia del fallecimiento del Santo Padre fue profundamente sentida, tanto a nivel personal como universal, por los católicos de todo el mundo.
Junto con la tristeza, también sentí una alegría serena al saber que ya no sufre y que ahora descansa en los brazos del Señor. Este es un momento trascendental para nosotros como católicos, un tiempo de reflexión, oración y una oportunidad para iniciar conversaciones familiares, especialmente con nuestros hijos, sobre nuestra fe y las sagradas tradiciones de la Iglesia.
El Papa Francisco fue un pastor humilde y compasivo. Lideró con misericordia y alegría, y mostró un profundo amor por los pobres y marginados. Su legado ofrece una oportunidad natural para que las familias conversen sobre el papado y el proceso de elección de un nuevo papa. Aquí hay algunas sugerencias para hacerlo.
Presenta a tus hijos el papado. El Papa es el Vicario de Cristo, la cabeza de la Iglesia en la tierra, y también es el Obispo de Roma. El primer Papa fue San Pedro, elegido por el mismo Jesús, y su linaje ha continuado ininterrumpido hasta nuestros días. El Papa Francisco fue el Papa número 266 en servir a nuestra Iglesia.
Compartan historias del Papa Francisco. Muéstrenles a sus hijos una foto del Papa y quizás conversen sobre lo que significó para ustedes, cómo vivió su misión o lo que significa ser un líder en la fe. Recen juntos por su eterno descanso.
Hablen sobre el Cónclave. Ya sea en la mesa, durante un viaje en coche o en un paseo familiar, conversen sobre el proceso de elección de un nuevo papa y cómo se lleva a cabo la selección durante el cónclave. El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano, donde los cardenales de todo el mundo se reúnen para votar en secreto. Los cardenales prestan juramento antes de sellar las puertas y continúan votando en secreto hasta que un candidato obtiene una mayoría de dos tercios. Cada voto es contado y registrado cuidadosamente por cardenales designados. Este proceso sagrado, arraigado en siglos de tradición, refleja tanto el discernimiento como la guía del Espíritu Santo.
¡Hablemos del humo! Una de las tradiciones más visuales y significativas del cónclave es el humo. Las familias suelen encontrar este momento emocionante, especialmente los niños. El mundo observa la chimenea de la Capilla Sixtina: el humo negro significa que no se ha elegido ningún papa; el humo blanco, que se ha elegido un nuevo papa. Esta es una hermosa oportunidad para observar el momento juntos, reflexionar sobre el simbolismo del humo y expresar orgullo por nuestra identidad católica. Cuando el humo blanco se eleva, podemos proclamar con alegría: "¡Habemus Papam!", que significa "¡Tenemos un Papa!".
Una vez que un cardenal recibe los votos necesarios y acepta el llamado, elige un nombre papal, se viste con sus nuevas vestiduras y aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro. Es allí donde saluda al mundo como nuestro nuevo Santo Padre. Cuando llegue ese momento, tómense el tiempo para conocerlo, leer sobre su trayectoria y ministerio, y el nombre que eligió. Ofrezcan una oración por nuestro nuevo Santo Padre mientras asume la inmensa responsabilidad de pastorear a más de 1.2 billones de católicos en todo el mundo.
Mientras lamentamos la pérdida del Papa Francisco, también avanzamos con esperanza y unidad. Aprovechemos este tiempo sagrado para hacer una pausa, orar y unirnos como familias y como Iglesia.
Que al Papa Francisco se le conceda el descanso eterno y brille para él la Luz Perpetua.
Para más recursos, visite: https://dioceseoftrenton.org/catechist-resources
Denise Contino es directora del Departamento diocesano de Catequesis.
Related Stories
Saturday, July 12, 2025
E-Editions
Events
Al despertarme la mañana del lunes 21 de abril, Lunes de Pascua, miré mi teléfono y al instante vi la noticia del fallecimiento del Papa Francisco. Mi primera impresión fue que había fallecido un familiar. La noticia del fallecimiento del Santo Padre fue profundamente sentida, tanto a nivel personal como universal, por los católicos de todo el mundo.
Junto con la tristeza, también sentí una alegría serena al saber que ya no sufre y que ahora descansa en los brazos del Señor. Este es un momento trascendental para nosotros como católicos, un tiempo de reflexión, oración y una oportunidad para iniciar conversaciones familiares, especialmente con nuestros hijos, sobre nuestra fe y las sagradas tradiciones de la Iglesia.
El Papa Francisco fue un pastor humilde y compasivo. Lideró con misericordia y alegría, y mostró un profundo amor por los pobres y marginados. Su legado ofrece una oportunidad natural para que las familias conversen sobre el papado y el proceso de elección de un nuevo papa. Aquí hay algunas sugerencias para hacerlo.
Presenta a tus hijos el papado. El Papa es el Vicario de Cristo, la cabeza de la Iglesia en la tierra, y también es el Obispo de Roma. El primer Papa fue San Pedro, elegido por el mismo Jesús, y su linaje ha continuado ininterrumpido hasta nuestros días. El Papa Francisco fue el Papa número 266 en servir a nuestra Iglesia.
Compartan historias del Papa Francisco. Muéstrenles a sus hijos una foto del Papa y quizás conversen sobre lo que significó para ustedes, cómo vivió su misión o lo que significa ser un líder en la fe. Recen juntos por su eterno descanso.
Hablen sobre el Cónclave. Ya sea en la mesa, durante un viaje en coche o en un paseo familiar, conversen sobre el proceso de elección de un nuevo papa y cómo se lleva a cabo la selección durante el cónclave. El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano, donde los cardenales de todo el mundo se reúnen para votar en secreto. Los cardenales prestan juramento antes de sellar las puertas y continúan votando en secreto hasta que un candidato obtiene una mayoría de dos tercios. Cada voto es contado y registrado cuidadosamente por cardenales designados. Este proceso sagrado, arraigado en siglos de tradición, refleja tanto el discernimiento como la guía del Espíritu Santo.
¡Hablemos del humo! Una de las tradiciones más visuales y significativas del cónclave es el humo. Las familias suelen encontrar este momento emocionante, especialmente los niños. El mundo observa la chimenea de la Capilla Sixtina: el humo negro significa que no se ha elegido ningún papa; el humo blanco, que se ha elegido un nuevo papa. Esta es una hermosa oportunidad para observar el momento juntos, reflexionar sobre el simbolismo del humo y expresar orgullo por nuestra identidad católica. Cuando el humo blanco se eleva, podemos proclamar con alegría: "¡Habemus Papam!", que significa "¡Tenemos un Papa!".
Una vez que un cardenal recibe los votos necesarios y acepta el llamado, elige un nombre papal, se viste con sus nuevas vestiduras y aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro. Es allí donde saluda al mundo como nuestro nuevo Santo Padre. Cuando llegue ese momento, tómense el tiempo para conocerlo, leer sobre su trayectoria y ministerio, y el nombre que eligió. Ofrezcan una oración por nuestro nuevo Santo Padre mientras asume la inmensa responsabilidad de pastorear a más de 1.2 billones de católicos en todo el mundo.
Mientras lamentamos la pérdida del Papa Francisco, también avanzamos con esperanza y unidad. Aprovechemos este tiempo sagrado para hacer una pausa, orar y unirnos como familias y como Iglesia.
Que al Papa Francisco se le conceda el descanso eterno y brille para él la Luz Perpetua.
Para más recursos, visite: https://dioceseoftrenton.org/catechist-resources
Denise Contino es directora del Departamento diocesano de Catequesis.