Encontrar a Cristo en la Cárcel - voluntarios posibles aprenden sobre el ministerio al preso
July 29, 2019 at 12:37 p.m.

Si las palabras de Cristo en Mateo 25, “Estaba en la cárcel y me visitaste” te conmueven, tal vez quisieras aprender más sobre el ministerio diocesano en las cárceles y prisiones en los cuatro condados de la Diócesis. El Departamento de Cuidado Pastoral de la diócesis organizó una sesión informativa el 28 de enero para personas interesadas en compartir el Evangelio con los presos.
El padre vicentino Martin McGeough, coordinador diocesano para el Ministerio en las Cárceles y Prisiones, facilitó la reunión con los 25 participantes que llegaron a la cancillería diocesana en Lawrenceville.
El padre McGeough expresó su compasión hacia los presos y explicó que es la responsabilidad de los cristianos de visitarlos. “El papa Francisco nos dice que tenemos que alcanzar a personas que están marginalizadas por la sociedad y abandonadas por sus familiares. “Ellos admiten que ellos mismos se pusieron en esta situación”.
“Como dijo el papa Francisco, no vamos para llevarle a Cristo, sino de ir a verlo a Cristo y servirlo. En la prisión, tenemos que mirar más allá de sus crímenes y ver el rostro de Cristo. Es el desafío del ministerio en las cárceles y las prisiones”.
El monseñor Casimir Ladzinski, un sacerdote jubilado de la Diócesis, asistió en la reunión. “Una persona encarcelada sigue siendo un hijo de Dios. Algunos dirán que ‘Solo por la gracia de Dios que no estoy en la cárcel’. Muchas de estas personas solo necesitan un nuevo principio de vida… así que nosotros tenemos que acompañarlas. Este ministerio es un ministerio muy importante en nuestra Diócesis”.
El padre McGeough notó que tenía ya seis años coordinando a los voluntarios en este ministerio. Durante esos años, trabajó con sacerdotes, hermanas religiosas y laicos de muchas historias diferentes que querían llevar al Evangelio a los presos en la Diócesis y de otras partes del estado.
Se envía a los voluntarios en grupos de por lo menos 2 para llevar a cabo cursos bíblicos, cursos católicos, servicios de Comunión o el Ministerio Dimas que es un programa de alcance católico nombrado por el “buen ladrón” que fue crucificado con Jesús.
El padre McGeough anima a todos los voluntarios a participar en ministerios en que se sienten cómodos en cuanto su experiencia de la fe. Padre Marty compartió que participar en estos ministerios puede tener un impacto positivo en las vidas de los presos y hasta, se espera, cambiar sus vidas y ayudarles mantenerse fuera de la cárcel y prisión.
“Ustedes deciden que ministerios ofrecer. Ustedes me dicen a mí a cual cárcel quieren ir”, dijo a los voluntarios potenciales. Avisó que el horario de visitas no tiene mucha flexibilidad. La mayoría de los ministerios se llevan a cabo en las noches.
Padre Marty también explicó una variedad de otros parámetros que los voluntarios deben saber cuándo visitan las cárceles o prisiones. Por ejemplo, no permiten entrar a ropa kaki ni anaranjada, ni a mangas cortas para las mujeres, sudaderas, bufandas, bolsillos ni celulares.
Los voluntarios tienen aproximadamente 60 a 90 minutos para su programa y pueden esperar tener la posibilidad de visitar la cárcel hasta dos veces mensualmente.
Entre los participantes estaban unos voluntarios veteranos. Compartieron que el ministerio en las cárceles y prisiones fuera algo desafiante, pero que valía la pena. También compartieron muchas anécdotas e historias personales de sus experiencias.
Gene Douglas, de la parroquia San Rafael-Santos Ángeles en Hamilton, tiene dos años como voluntario en este ministerio importante. Compartió que se involucró en este servicio porque reconoció las tantas gracias en su propia vida. Se sintió que era hora compartir de todo que tenía. “Es una experiencia tan enriquecedora”, dijo del ministerio.
Joe Raborg, de la parroquia San Benedicto en Holmdel, dijo, “recibimos mucho más de lo que damos”. Raborg tiene cinco años en el ministerio en las cárceles y prisiones. “No se puede dar más que Dios”.
El padre Marty estuvo de acuerdo y añadió que “Soy sacerdote hace 40 años y nunca en mi vida me han agradecido tanto solo por estar presente. Verán mucho agradecimiento en este ministerio”.
Para más información o para ver cómo involucrarte en este ministerio transformador, contacta a Padre Marty al [email protected] o llamar al 609-403-7198.
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Si las palabras de Cristo en Mateo 25, “Estaba en la cárcel y me visitaste” te conmueven, tal vez quisieras aprender más sobre el ministerio diocesano en las cárceles y prisiones en los cuatro condados de la Diócesis. El Departamento de Cuidado Pastoral de la diócesis organizó una sesión informativa el 28 de enero para personas interesadas en compartir el Evangelio con los presos.
El padre vicentino Martin McGeough, coordinador diocesano para el Ministerio en las Cárceles y Prisiones, facilitó la reunión con los 25 participantes que llegaron a la cancillería diocesana en Lawrenceville.
El padre McGeough expresó su compasión hacia los presos y explicó que es la responsabilidad de los cristianos de visitarlos. “El papa Francisco nos dice que tenemos que alcanzar a personas que están marginalizadas por la sociedad y abandonadas por sus familiares. “Ellos admiten que ellos mismos se pusieron en esta situación”.
“Como dijo el papa Francisco, no vamos para llevarle a Cristo, sino de ir a verlo a Cristo y servirlo. En la prisión, tenemos que mirar más allá de sus crímenes y ver el rostro de Cristo. Es el desafío del ministerio en las cárceles y las prisiones”.
El monseñor Casimir Ladzinski, un sacerdote jubilado de la Diócesis, asistió en la reunión. “Una persona encarcelada sigue siendo un hijo de Dios. Algunos dirán que ‘Solo por la gracia de Dios que no estoy en la cárcel’. Muchas de estas personas solo necesitan un nuevo principio de vida… así que nosotros tenemos que acompañarlas. Este ministerio es un ministerio muy importante en nuestra Diócesis”.
El padre McGeough notó que tenía ya seis años coordinando a los voluntarios en este ministerio. Durante esos años, trabajó con sacerdotes, hermanas religiosas y laicos de muchas historias diferentes que querían llevar al Evangelio a los presos en la Diócesis y de otras partes del estado.
Se envía a los voluntarios en grupos de por lo menos 2 para llevar a cabo cursos bíblicos, cursos católicos, servicios de Comunión o el Ministerio Dimas que es un programa de alcance católico nombrado por el “buen ladrón” que fue crucificado con Jesús.
El padre McGeough anima a todos los voluntarios a participar en ministerios en que se sienten cómodos en cuanto su experiencia de la fe. Padre Marty compartió que participar en estos ministerios puede tener un impacto positivo en las vidas de los presos y hasta, se espera, cambiar sus vidas y ayudarles mantenerse fuera de la cárcel y prisión.
“Ustedes deciden que ministerios ofrecer. Ustedes me dicen a mí a cual cárcel quieren ir”, dijo a los voluntarios potenciales. Avisó que el horario de visitas no tiene mucha flexibilidad. La mayoría de los ministerios se llevan a cabo en las noches.
Padre Marty también explicó una variedad de otros parámetros que los voluntarios deben saber cuándo visitan las cárceles o prisiones. Por ejemplo, no permiten entrar a ropa kaki ni anaranjada, ni a mangas cortas para las mujeres, sudaderas, bufandas, bolsillos ni celulares.
Los voluntarios tienen aproximadamente 60 a 90 minutos para su programa y pueden esperar tener la posibilidad de visitar la cárcel hasta dos veces mensualmente.
Entre los participantes estaban unos voluntarios veteranos. Compartieron que el ministerio en las cárceles y prisiones fuera algo desafiante, pero que valía la pena. También compartieron muchas anécdotas e historias personales de sus experiencias.
Gene Douglas, de la parroquia San Rafael-Santos Ángeles en Hamilton, tiene dos años como voluntario en este ministerio importante. Compartió que se involucró en este servicio porque reconoció las tantas gracias en su propia vida. Se sintió que era hora compartir de todo que tenía. “Es una experiencia tan enriquecedora”, dijo del ministerio.
Joe Raborg, de la parroquia San Benedicto en Holmdel, dijo, “recibimos mucho más de lo que damos”. Raborg tiene cinco años en el ministerio en las cárceles y prisiones. “No se puede dar más que Dios”.
El padre Marty estuvo de acuerdo y añadió que “Soy sacerdote hace 40 años y nunca en mi vida me han agradecido tanto solo por estar presente. Verán mucho agradecimiento en este ministerio”.
Para más información o para ver cómo involucrarte en este ministerio transformador, contacta a Padre Marty al [email protected] o llamar al 609-403-7198.
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