Cada año,
la Diócesis de Trenton se une a las diócesis de por nuestro país en celebrar la
Semana de las Escuelas Católicas. En un momento en lo cual muchas diócesis,
incluyendo la nuestra, estamos viviendo la circunstancia desafortunada de tener
que cerrar una o varias escuelas por una variedad de razones, la educación
católica necesita de nuestro apoyo más que nunca.
Establecida
por la Asociación Educacional Nacional Católica (NCEA por sus siglas en inglés)
en el 1974, la Semana de Escuelas Católicas se lleva a cabo anualmente desde el
último domingo de enero de por la semana siguiente. El tema de este año es:
“Las Escuelas Católicas: Fe. Excelencia. Servicio.” Promover esta celebración nacional
es una manera en que las diócesis de nuestro país iluminan las muchas
contribuciones por parte de la educación católica a la Iglesia, la plena
sociedad y las comunidades donde nuestras escuelas católicas forman una parte
vital.
NCEA dice
en su sitio web que la razón de la semana especial es ayudar a las escuelas católicas
a conectar con estudiantes, padres y madres de familia, feligreses, educadores,
exalumnos, bienhechores, y otros miembros de la comunidad en las diócesis de
por el país.
Aquí en la
Diócesis de Trenton, solemos expresar nuestra convicción de que “Las escuelas
católicas lo tienen todo”: una experiencia educacional sin igual, impartida por
profesionales, administradores dedicados, profesores(as) y personal, en un
ambiente basado en la fe y verdaderamente católico. Esta educación de primera
clase no estaría posible si no fuera por los sacrificios consistentes y
generosos de padres y madres de familia y todos que apoyan nuestras escuelas
católicas en la Diócesis.
Como el
obispo, estoy tan agradecido y orgulloso de nuestras escuelas católicas en los
cuatro condados de la Diócesis; las que siguen la misión de la educación católica
ahora y también aquellas que han contribuido a esa misión en el pasado.
Yo invito
a todos los padres y madres de niños de edad escolar a considerar enviarlos a la
escuela católica. Sin una matrícula adecuada y el apoyo financiero, nuestras
escuelas católicas no pueden sostenerse. Nos hace falta el apoyo de ustedes más
que nunca. Sí, “las escuelas católicas lo tienen todo”. ¿No sería genial agregar
a los hijos de ustedes a ellas?
¡Que Dios
los bendiga y que tengamos una feliz Semana de Escuelas Católicas!