En un mundo hostil, la vocación de los cristianos es la esperanza, dice el Papa
April 19, 2024 at 11:37 a.m.
CIUDAD DEL VATICANO CNS – Aunque los problemas alrededor del mundo corren el riesgo de sumir a la gente en el pesimismo, los cristianos están llamados a perseguir su vocación de ser "hombres y mujeres de esperanza", dijo el Papa Francisco.
Mensaje del Santo Padre Francisco Para la 61a jornada munidal de oración por las vocaciones
"Como individuos y como comunidad, en la variedad de los carismas y de los ministerios, todos estamos llamados a ‘darle cuerpo y corazón’ a la esperanza del Evangelio en un mundo marcado por desafíos epocales", escribió el Papa en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones del 21 de abril.
Desafíos globales como la guerra, la migración, el aumento de los índices de pobreza y el cambio climático, además de las dificultades personales a las que nos enfrentamos a diario, "amenazan con dejarnos en la resignación o el abatimiento", escribió el Papa en el mensaje publicado el 19 de marzo. En su lugar, animó a los cristianos a que "cultivemos una mirada llena de esperanza, para poder trabajar de manera fructífera, respondiendo a la vocación que nos ha sido confiada, al servicio del Reino de Dios, Reino de amor, de justicia y de paz".
Ser "peregrinos de esperanza y constructores de paz" significa "fundar la propia existencia en la roca de la resurrección de Cristo, sabiendo que cada compromiso contraído, en la vocación que hemos abrazado y llevamos adelante, no cae en saco roto", escribió el Papa.
Perseguir una vocación, explicó, no es un deber impuesto, sino más bien "el modo más seguro que tenemos para alimentar el deseo de felicidad que llevamos dentro".
"Nuestra vida se realiza y llega a su plenitud cuando descubrimos quiénes somos, cuáles son nuestras cualidades, en qué ámbitos podemos hacerlas fructificar, qué camino podemos recorrer para convertirnos en signos e instrumentos de amor, de acogida, de belleza y de paz, en los contextos donde cada uno vive", escribió.
El Papa expresó su gratitud por el "el compromiso fiel, cotidiano y a menudo escondido" de quienes responden con coherencia a sus llamadas en la vida, como los padres de familia, trabajadores, consagrados y sacerdotes, e instó a los jóvenes a dar espacio a Jesús en sus vidas para descubrir su vocación.
"Déjense fascinar por Jesús, plantéenle sus inquietudes fundamentales. A través de las páginas del Evangelio, déjense inquietar por su presencia que siempre nos pone beneficiosamente en crisis", dijo a los jóvenes.
El Papa también destacó el "sello de la sinodalidad" de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, señalando cómo "muchos son los carismas y estamos llamados a escucharnos mutuamente y a caminar juntos para descubrirlos y para discernir a qué nos llama el Espíritu para el bien de todos".
El Papa Francisco animó a la gente a prepararse para el Año Jubilar del 2025 comprometiéndose en el actual año de oración, en el que "estamos llamados a redescubrir el don inestimable de poder dialogar con el Señor, de corazón a corazón, convirtiéndonos en peregrinos de esperanza".
La oración, añadió, "se hace más con la escucha que con palabras dirigidas a Dios".
El Papa llamó a los cristianos a que "abramos las rejas de la prisión en la que tantas veces nos encerramos, para que cada uno de nosotros pueda descubrir la propia vocación en la Iglesia y en el mundo".
"Apasionémonos por la vida y comprometámonos en el cuidado amoroso de aquellos que están a nuestro lado y del ambiente donde vivimos", escribió.
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"Como individuos y como comunidad, en la variedad de los carismas y de los ministerios, todos estamos llamados a ‘darle cuerpo y corazón’ a la esperanza del Evangelio en un mundo marcado por desafíos epocales", escribió el Papa en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones del 21 de abril.
Desafíos globales como la guerra, la migración, el aumento de los índices de pobreza y el cambio climático, además de las dificultades personales a las que nos enfrentamos a diario, "amenazan con dejarnos en la resignación o el abatimiento", escribió el Papa en el mensaje publicado el 19 de marzo. En su lugar, animó a los cristianos a que "cultivemos una mirada llena de esperanza, para poder trabajar de manera fructífera, respondiendo a la vocación que nos ha sido confiada, al servicio del Reino de Dios, Reino de amor, de justicia y de paz".
Ser "peregrinos de esperanza y constructores de paz" significa "fundar la propia existencia en la roca de la resurrección de Cristo, sabiendo que cada compromiso contraído, en la vocación que hemos abrazado y llevamos adelante, no cae en saco roto", escribió el Papa.
Perseguir una vocación, explicó, no es un deber impuesto, sino más bien "el modo más seguro que tenemos para alimentar el deseo de felicidad que llevamos dentro".
"Nuestra vida se realiza y llega a su plenitud cuando descubrimos quiénes somos, cuáles son nuestras cualidades, en qué ámbitos podemos hacerlas fructificar, qué camino podemos recorrer para convertirnos en signos e instrumentos de amor, de acogida, de belleza y de paz, en los contextos donde cada uno vive", escribió.
El Papa expresó su gratitud por el "el compromiso fiel, cotidiano y a menudo escondido" de quienes responden con coherencia a sus llamadas en la vida, como los padres de familia, trabajadores, consagrados y sacerdotes, e instó a los jóvenes a dar espacio a Jesús en sus vidas para descubrir su vocación.
"Déjense fascinar por Jesús, plantéenle sus inquietudes fundamentales. A través de las páginas del Evangelio, déjense inquietar por su presencia que siempre nos pone beneficiosamente en crisis", dijo a los jóvenes.
El Papa también destacó el "sello de la sinodalidad" de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, señalando cómo "muchos son los carismas y estamos llamados a escucharnos mutuamente y a caminar juntos para descubrirlos y para discernir a qué nos llama el Espíritu para el bien de todos".
El Papa Francisco animó a la gente a prepararse para el Año Jubilar del 2025 comprometiéndose en el actual año de oración, en el que "estamos llamados a redescubrir el don inestimable de poder dialogar con el Señor, de corazón a corazón, convirtiéndonos en peregrinos de esperanza".
La oración, añadió, "se hace más con la escucha que con palabras dirigidas a Dios".
El Papa llamó a los cristianos a que "abramos las rejas de la prisión en la que tantas veces nos encerramos, para que cada uno de nosotros pueda descubrir la propia vocación en la Iglesia y en el mundo".
"Apasionémonos por la vida y comprometámonos en el cuidado amoroso de aquellos que están a nuestro lado y del ambiente donde vivimos", escribió.